El caso de Pablo Laurta, el ciudadano uruguayo detenido por
el doble femicidio de su expareja y su exsuegra en barrio Villa Serrana de
Córdoba, sigue sumando capítulos escalofriantes. En las últimas horas
trascendió que la Justicia investiga si el hombre también está relacionado con
la desaparición de un chofer de auto de aplicaciones y con el incendio fatal de
una iglesia evangélica ocurrido a pocas cuadras del lugar del crimen.
Laurta habría viajado desde Concordia, Entre Ríos, hasta
Córdoba el 7 de octubre, a bordo de un Toyota Corolla blanco conducido por
Martín Palacios, de 49 años. Según denunció la familia del chofer, el viaje
tenía un costo de 1.500.000 pesos. Desde entonces, nada se supo de Palacios.
El 9 de octubre, dos días después de la desaparición, el
auto apareció incendiado en las inmediaciones de los barrios Villa Esquiú y
Villa Retiro. El ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, confirmó que las
pruebas apuntan a que Laurta habría quemado el vehículo, aunque aún no se
descarta que haya asesinado al conductor y continuado su recorrido hacia
Córdoba manejando el mismo rodado.
Además, los investigadores analizan si el femicida tuvo
alguna conexión con el incendio de una iglesia evangélica, donde murieron dos
niñas uruguayas. El fuego se desató pocas cuadras del domicilio donde fueron
halladas las víctimas del doble femicidio.
“Por los horarios que manejamos, salió antes de la hora del
incendio, pero es materia de investigación. Por ahora no lo tenemos como un
elemento concordante de ambas causas”, aclaró Quinteros.
Mientras tanto, la Justicia intenta reconstruir el recorrido
del acusado desde su salida de Concordia y determinar qué ocurrió con el chofer
desaparecido, un eslabón clave en la secuencia de hechos que conmueve a Córdoba
y al país.



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