Ángel Di María sumó este sábado uno de los capítulos más emotivos de su carrera. A los 37 años, el “Fideo” volvió a vestir la camiseta de Rosario Central en un clásico rosarino y lo hizo con un sello que quedará grabado en la memoria canalla: un golazo de tiro libre para sellar el 1-0 sobre Newell’s Old Boys.
El partido, disputado en el Gigante de Arroyito, había transitado sin demasiadas emociones y con un Di María bien controlado por la defensa rival. Sin embargo, a los 36 minutos del segundo tiempo, el campeón del mundo con la Selección Argentina encontró su momento. Tomó la pelota en una falta lejana al área, perfiló su zurda y colocó un remate perfecto que se colgó del ángulo superior izquierdo del arco defendido por el paraguayo Juan Espínola.
La celebración fue pura emoción. Corrió hacia un costado del estadio para festejar con los hinchas mientras en un palco su esposa, Jorgelina Cardoso, y su familia vivían el momento con euforia. Se quitó la camiseta, recibió la amarilla de Darío Herrera y, segundos después, estuvo al borde de las lágrimas al escuchar la ovación de todo el Gigante.
A los 44 minutos, el técnico Ariel Holan lo reemplazó por Gaspar Duarte. Di María salió entre aplausos, se fundió en un abrazo con el entrenador y recibió el saludo afectuoso de sus compañeros. Fue el cierre perfecto para una tarde histórica.
Este fue el tercer clásico rosarino que Di María disputó como profesional. El primero, el 2 de abril de 2006, lo tuvo ingresando desde el banco en un 0-0 dirigido por Leonardo Astrada. El segundo fue el 6 de mayo de 2007, cuando Central perdió 1-0 en el Coloso y compartió delantera con Gonzalo Belloso, hoy presidente del club.
Su regreso a Central ha sido un viaje en el tiempo para él y para la hinchada. Debutó con el primer equipo en diciembre de 2005, con apenas 17 años, en un empate ante Independiente. Entre 2005 y 2007 disputó 36 partidos —4 de ellos por Copa Libertadores— y marcó 6 goles antes de ser transferido al Benfica por más de 6 millones de euros.
A partir de allí construyó una carrera internacional de casi dos décadas, que incluyó pasos por Real Madrid, Manchester United, PSG, Juventus y la Selección Argentina, donde ganó la Copa América, la Finalissima y el Mundial de Qatar.
En esta nueva etapa con Central, Di María ya jugó 6 partidos y convirtió 3 goles. Los dos primeros fueron de penal, ante Godoy Cruz y Lanús, ambos con polémica arbitral. Luego llegaron los empates sin goles con San Martín de San Juan y Atlético Tucumán, y el 1-1 con Deportivo Riestra, con gol de Alejo Véliz.
Con el tanto de este sábado, Di María suma 42 partidos y 9 goles con la camiseta auriazul entre sus dos ciclos. Pero más allá de las estadísticas, lo que consiguió ante Newell’s tiene un valor sentimental enorme: marcar en el clásico, en su ciudad, y darle la victoria a su gente.
El calendario le dará poco tiempo para saborear el momento. Central visitará a Sarmiento en Junín el próximo sábado 30 de agosto por la 7ª fecha del Clausura. Pero el hincha canalla ya tiene un nuevo recuerdo imborrable para contar: el día que Ángel Di María volvió a ganar un clásico para Rosario Central con un zurdazo de antología.



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