Un peritaje oficial de la Gendarmería Nacional concluyó que los célebres “cuadernos de las coimas”, ocho anotadores en los que quedaron registrados los viajes y cobros de sobornos de funcionarios kirchneristas, fueron efectivamente redactados por el chofer Oscar Bernardo Centeno.
El estudio, realizado por los peritos calígrafos Nelson Víctor Vallejos y Lilia Patricia Sendra Schamne, de la División Documentología de Gendarmería, determinó además que las copias digitales de esos cuadernos —realizadas por LA NACIÓN al inicio de la investigación que reveló el caso— coinciden fielmente con los originales que hoy se encuentran resguardados en el tribunal.
Los originales y las copias
Según los especialistas, existe “correspondencia entre los cuadernos originales identificados como 1, 2, 4, 6, 7 y 8 y sus respectivas copias digitales”. La mayoría de los manuscritos, aclararon, “pertenecen a un mismo puño escritural”, el de Centeno.
Sin embargo, hubo observaciones: los expertos no pudieron determinar quién realizó enmiendas, tachaduras y agregados en ciertos pasajes. Entre ellos, las inscripciones “Ing. Ferreyra” (02/12/2008), “Armando” (29/08/2013 y 10/09/2013), y “Alem 855” (25/07/2013 y 10/09/2013). Estas modificaciones, señalaron, carecen de la cantidad y calidad de rasgos gráficos necesarios para identificar autoría.
El propio empresario Armando Loson, del Grupo Albanesi, denunció estas alteraciones. Una pericia judicial previa había señalado a Jorge Bacigalupo, amigo de Centeno, como responsable de algunas de esas escrituras, pero la Cámara Federal revocó esa conclusión.
Las tintas y los bolígrafos
El peritaje reveló que los cuadernos fueron escritos con múltiples bolígrafos y tintas, lo que demuestra que fueron completados en diferentes momentos:
-
Cuaderno 1 (Block Convenor): al menos 2 bolígrafos azules y 4 negros.
-
Cuaderno 2 (Gloria): al menos 7 bolígrafos y 1 roller azules, y 6 bolígrafos negros.
-
Cuaderno 4 (América Nos gris y azul): al menos 5 bolígrafos y 1 roller azules, más 1 bolígrafo negro.
-
Cuaderno 6 (América Nos Machu Picchu): al menos 3 bolígrafos azules.
-
Cuaderno 7 (Rivadavia tapa dura): al menos 3 bolígrafos azules.
-
Cuaderno 8 (Gloria Saluda a la Bandera): al menos 3 bolígrafos azules.
En todos los casos, los especialistas detectaron “sobrescritos, tachaduras, uso de líquido corrector, borrados químicos o abrasivos y agregados posteriores”. No obstante, explicaron que no es posible determinar la antigüedad absoluta de esas intervenciones porque las tintas utilizadas son “no evolutivas”, es decir, no permiten establecer cuánto tiempo pasó desde su aplicación. Sí fue posible acreditar que corresponden a distintos momentos escriturales (antigüedad relativa).
Otros documentos analizados
Los peritos también estudiaron un papel secuestrado en la agenda de Centeno con la nota:
“11/10/15 – 15.03 hs – 11/10/15 – 17:50 hs LO LLEVÉ A H AL PANAMERICANO Y RETIRO”, que confirmaron como de su puño y letra. En cambio, las grafías “OEW 283 – HILUX SRL” y “1 PALO VERDE”, halladas en el mismo papel, no correspondían a él.
Un juicio de dimensiones históricas
El juicio oral y público por el caso de los cuadernos de las coimas —en el que la principal acusada es Cristina Fernández de Kirchner como jefa de una asociación ilícita— tiene fecha de inicio para el 6 de noviembre. Antes, el 24 de septiembre se realizará una audiencia preliminar de organización entre las partes.
El proceso es de una magnitud inédita: hay 74 imputados y 626 testigos convocados. La Cámara Federal de Casación ordenó agilizar los plazos y reclamó al tribunal oral acelerar el cronograma de audiencias.
El tribunal está integrado por los jueces Fernando Canero, Enrique Méndez Signori y Germán Castelli, quienes hasta ahora habían fijado un ritmo de una audiencia por semana, los jueves y de manera virtual (por Zoom). Con ese esquema, el debate se extendería por más de cinco años, un plazo que Casación consideró inaceptable.
El mecanismo de recaudación
La investigación, originada en los registros personales de Centeno y revelada por LA NACIÓN, expuso un mecanismo sistemático de recaudación de sobornos por parte de funcionarios del Ministerio de Planificación durante el kirchnerismo.
Empresarios de la obra pública y otros sectores admitieron haber pagado coimas como condición para mantener contratos con el Estado, mientras que exfuncionarios reconocieron haber recibido esos fondos.
Los apuntes de Centeno —chofer del exsubsecretario de Coordinación Roberto Baratta, mano derecha del ministro Julio De Vido— detallaban viajes, montos, direcciones y protagonistas de los pagos ilegales, lo que dio origen a seis causas que fueron acumuladas en un único proceso.
Una pieza clave en la historia judicial argentina
El peritaje de Gendarmería despeja una de las dudas más persistentes en torno a la causa: la autoría de los cuadernos y la fidelidad de las copias digitales. Aunque persisten interrogantes sobre las enmiendas y agregados, el dictamen confirma que las anotaciones centrales fueron obra del propio Centeno y que sus registros coinciden con los originales resguardados por la Justicia.
Con estas conclusiones, el caso de los “cuadernos de las coimas” se encamina a un juicio de enorme envergadura, que pondrá nuevamente en el centro de la escena política y judicial a la expresidenta Cristina Kirchner y a decenas de exfuncionarios y empresarios.



Redes