RÍO CUARTO. — Gastón Zárate, conocido en todo el país por haber sido injustamente detenido en 2007 como supuesto responsable del crimen de Nora Dalmasso, volvió a quedar en el centro de la escena judicial. Este fin de semana fue arrestado e imputado por homicidio simple tras un violento episodio ocurrido en el complejo deportivo El Águila, en el oeste de la ciudad.
El hecho se produjo el sábado por la tarde, luego de un partido de fútbol en el que Zárate, de 45 años, participó junto a sus hijos de 15 y 17. Según testigos, a la salida del predio mantuvo una fuerte discusión con otro hombre, identificado como Rubén Ezequiel Ustarroz Acuña, de 37 años. En medio de la gresca, Zárate habría ido hasta su automóvil, tomó un hierro de construcción de unos 40 centímetros y lo incrustó en la cabeza de la víctima, que cayó desplomada junto a su motocicleta.
Acuña murió en el lugar pese a la asistencia de emergencias médicas. La secuencia quedó registrada por las cámaras de monitoreo municipal, lo que permitió avanzar rápidamente en la investigación.
Zárate se retiró del sitio junto a sus hijos, pero horas más tarde fue detenido en su domicilio de calle Lamadrid al 1500, en cumplimiento de la orden emitida por el fiscal de Instrucción Javier Di Santo, el mismo que lo había imputado hace casi dos décadas en la causa Dalmasso. Sus hijos fueron trasladados para declarar, aunque no quedaron detenidos.
Una investigación con pruebas contundentes
Fuentes judiciales indicaron que, además de los registros fílmicos, los testimonios recabados en el lugar son coincidentes respecto a la mecánica del ataque. Personal de Policía Científica trabajó en la escena con tareas de planimetría y toma de imágenes, mientras el cuerpo de la víctima fue trasladado a la morgue del Hospital San Antonio de Padua para la correspondiente autopsia.
“Por la contundencia de las pruebas reunidas, el hecho está prácticamente esclarecido”, señalaron desde el entorno de la fiscalía. Zárate permanecerá detenido mientras avanza el proceso.
De “perejil” a imputado nuevamente
El nombre de Zárate saltó a la opinión pública el 9 de febrero de 2007, cuando fue detenido como sospechoso del asesinato de Nora Dalmasso, hallada muerta en su casa de barrio Villa Golf de Río Cuarto en noviembre de 2006. Obrero de la construcción y pintor, rápidamente fue bautizado como “el perejil” por quienes consideraban arbitraria su detención.
La reacción social derivó en el recordado “perejilazo”, una multitudinaria marcha que reclamaba su liberación y denunciaba que se lo usaba como chivo expiatorio. Pocas horas después recuperó la libertad y, en 2011, fue sobreseído de manera definitiva.
Ya en 2022, en el juicio contra Marcelo Macarrón —viudo de la víctima—, Zárate declaró como testigo y acusó a la Policía y al abogado Daniel Lacase de haberle “armado la causa”.
Casi veinte años después, su nombre regresa a los expedientes judiciales, esta vez no como víctima de una detención arbitraria, sino como acusado directo de un homicidio que conmocionó a Río Cuarto.



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