Cambia el gobierno y los empresarios y anticipan que se
lanza el “sinceramiento de tarifas” o la “desregulación”. Dicen no saber si
seguirán cobrando subsidios, tampoco conocen a las nuevas autoridades de
Transporte y aprovechan la situación para retocar los valores.
La semana que viene el boleto de Madariaga a Pinamar tendrá
un costo proyectado, para el segmento ida y vuelta de $1400. Y el ida y vuelta,
desde Madariaga, a Cariló en $2.000 según datos que pudo relevar CNM.
La Federación Argentina de Transportadores por Automotor de
Pasajeros (FATAP) ya anunció que las empresas de micros que la componen van a
ir por el cambio de tarifas.
La organización se expresó a través de un duro comunicado
emitido a pocas semanas del lockout patronal impulsado por las principales
cámaras del sector a fines de noviembre pasado, cuando las empresas de micro
que brindan servicio de transporte público en el Área Metropolitana de Buenos
Aires (AMBA) decidieron reducir la frecuencia de sus servicios en reclamo por
subsidios adeudados.
Ahora, las empresas del interior argentino indicaron que
"no pueden hacer frente a los aumentos de los costos por encima del índice
inflacionario" y amenazaron con llevar adelante una medida similar.
Quedará la oportunidad de las nuevas autoridades poder desactivar
una latente amenaza de retoques o de paro de unidades en reclamo de
compensaciones o de permisos para retocar todo el cuadro tarifario.




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