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Fue a la farmacia a comprar ibuprofeno para su hijo y le vendieron viagra: "Casi se muere"



Eduardo Padilla le contó a Primer Plano Online la lamentable experiencia que vivió en una farmacia del barrio en el que vive desde que llegó a la Argentina, en 2018. El nene, de siete años, estuvo con vómitos, taquicardia y presión alta luego de consumir dos dosis del fármaco.

“No me dijiste que era para niños”, respondió la farmacéutica ante el reclamo del papá

Eduardo Padilla (33) es un joven ingeniero informático que llegó a la Argentina desde su Venezuela natal y desde 2018 habita en la ciudad de Ramos Mejía, en La Matanza. El lunes pasado vivió una de esas experiencias que lo marcarán para siempre, porque a raíz de lo que se puede presumir como un error puso en riesgo la vida de su hijo de siete años.

“Se empezó a sentir mal el lunes por la tarde y fui a la farmacia a comprar estas pastillas masticables de uso pediátrico. Le pedí a la muchacha de la farmacia pastillas masticables para niños. Ella sacó de un cajón un blíster y me dijo ‘estas son’. Le pregunté el componente y no me supo decir, pero me contestó que eran esas, y que tenía sabor a menta o a frutilla”, le contó a Primer Plano Online vía telefónica.

“Yo confiando en ella (la farmacéutica) las acepté, las compré y apenas llegué a la casa se las di al niño. Le di dos porque la cantidad de miligramos eran pocos: normalmente son de cien y estas eran de cincuenta. Al rato comenzó a presentar dolores de cabeza y mareos, que no eran síntomas de los que tenía temprano. Volvimos a revisar las pastillas, nos causaba duda el nombre, Sildenafil, porque no era algo conocido para nosotros, lo buscamos en internet y nos dimos cuenta que era una pastilla para la disfunción eréctil”, agregó Padilla.

Según su relato, a poco de ingerirlas el nene empezó a vomitar, así que inmediatamente se fue a la clínica Trinidad. Allí le tomaron la presión, lo tuvieron en evaluación “porque tenía un poco de taquicardia y la presión un poco elevada”. Estuvieron en observación hasta casi las cuatro de la madrugada, cuando le dieron el alta. A las 9 el chiquito se despertó, siguió vomitando, y se fueron de nuevo al centro de salud, tal cual la recomendación recibida de parte de la pediatra que lo atendió inicialmente. Allí le suministraron un medicamento para que deje de vomitar.

De vuelta de la clínica Eduardo pasó por la farmacia a reprocharle lo que llamó “negligencia” a la farmacéutica que lo atendió. “En el video ella sume y da por sentado que yo le pedí Ibuprofeno y ella me da otra cosa. Es un medicamento de venta libre a diferencia del que me vendió”, refirió. No se volvió a comunicar con el comercio y recién ayer miércoles radicó la denuncia contra el negocio en la comisaría 2ª de Ramos Mejía.

El comercio denunciado es la farmacia Triunvirato, ubicada en a calle Medrano al 800 de la mencionada localidad de La Matanza. En su exposición dejó asentado el ticket (pagó dos blíster a 600 pesos con sabor a frutilla) y el medicamento que le vendieron.

Consultadas por Primer Plano Online, fuentes de Colegios de Farmacéuticos explicaron que todos los negocios del rubro tienen un seguro de mala praxis ante la posibilidad de algún error humano en el suministro de un medicamento. Sin embargo, calificaron como “muy raro” el episodio porque en menores de esa edad la medicación es en jarabe, no en pastillas, salvo el conocido caso de la Aspirinetas.





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