El engaño y
la traición a manos de un encantador psicópata son temas habituales en los
escabrosos de las series de Netflix, pero Mary Turner Thomson sufrió el
calvario en carne propia, con detalles y giros dramáticos que ni los guionistas
más creativos se animarían a inventar.
Cuando esta
madre soltera escocesa conoció a Will Jordan, el norteamericano parecía el
hombre perfecto: estable, cariñoso y amable. Pero después de casarse con él y
dar a luz a sus dos hijas, descubrió horrorizada que era un bígamo, tenía otra
esposa y cinco prometidas... No era su cariñoso marido, era un estafador que
engañó a decenas de mujeres, en Reino Unido y los EEUU.
Mary Turner
Thomson lo cuenta todo en su libro “El psicópata”, que saldrá a la venta en
Reino Unido mañana, 1 de marzo. Y el Daily Mail publicó un adelanto que incluye
el relato en primera persona de la víctima y cómo montó una audaz operación
encubierta que terminó con su marido tras las rejas y deportado a los EEUU.
“El hombre
del que me enamoré resultó ser un monstruo que no sólo dejaba embarazadas a las
mujeres para estafarlas con dinero, sino que las torturó psicológicamente y
abusó de ellas durante toda su vida, dejándolas incapacitadas mental, emocional
y económicamente sólo para su propia diversión”, cuenta Mary.
Su
pesadilla comenzó como un sueño romántico cuando conoció a Jordan por Internet
en el año 2000, cuando ambos tenían 35 años. Madre soltera con una hija de un
año y recuperándose de una relación fallida, Mary esperaba encontrar el amor en
un hombre cariñoso. El estadounidense Will Jordan, guapo, seguro de sí mismo y
de buen hablar, parecía ideal.
“Utilizó el
tipo de técnicas que emplean los líderes de las sectas y los maltratadores,
colmándome de amor desde el principio, antes incluso de que lo conociera”, dijo
Mary. “Cuando empezamos a hablar por Internet, me envió largos correos
electrónicos sobre su pasado y sobre la persona que era, y yo le conté mis
sueños y aspiraciones. Nos escribíamos tres, cuatro, cinco veces al día. Se
convirtió en algo embriagador. Me dejé llevar por el romanticismo”.
Además del
encanto, Jordan también mintió descaradamente para ganarse su simpatía,
afirmando que había tenido paperas de niño y que era infértil. “Me gustó que un
hombre me hablara tan abiertamente de sus sentimientos. Su infertilidad lo
convertía en una perspectiva mucho más adecuada, ya que yo ya tenía una hija y
quería una figura paterna en su vida. Todo fue fácil… pero era una mentira”. La
pareja se casó en 2002 y ella le creía todo. De hecho, tuvieron dos hijos,
Eilidh y Zach, y Jordan la convenció de que milagrosamente se había curado de
su infertilidad.
También la
convenció de que de que trabajaba para la CIA en el sector de la informática,
como tapadera para explicar por qué se ausentaba tan a menudo -para ver a su
otra familia, como resultó- y que había hombres peligrosos que querían
secuestrar a sus hijos. “Suena descabellado, pero me dio pruebas, incluidos los
cheques de pago. Estaba en un estado de pánico constante y creía que él era la
única persona que podía mantenernos a salvo”.
Cuatro años
después de lo que Mary creía que era un matrimonio feliz, una llamada
telefónica puso su vida patas arriba. “Una mujer llamó y se presentó como la
otra esposa de su marido, y reveló que había tenido cinco hijos con él. Mi
mundo se hizo pedazos”
Conmocionada
por la doble vida de su marido, Mary se horrorizó al descubrir que también
había sido víctima de una cruel estafa financiera: Jordan había falsificado su
nombre en varias tarjetas de crédito, acumulando deudas por USD 78.000. También
la convenció de que vendiera su casa, al parecer para pagar un rescate que
impidiera a hombres peligrosos relacionados con su trabajo en la CIA secuestrar
a sus hijos.
“Me había
estado diciendo mentiras descaradas. No sólo tenía ya al menos seis hijos
cuando lo conocí en el año 2000, sino que tanto su mujer como la niñera de su
esposa estaban embarazadas de él en ese momento”, cuenta Mary.
Descubrió
que era un delincuente sexual convicto, que tenía cinco prometidas, dos
esposas, y 13 hijos.
Él negaba
todo… “Era un psicópata: parecía aburrido en el tribunal, como si le pusieran
una multa de aparcamiento, y cuando lo sentenciaron no hubo ni un parpadeo de
emoción. Sus ojos estaban muertos”, dijo Mary, que escribió su experiencia en
su primer libro, The Bigamist.
Mary logró
que lo encarcelaran pero tras dos años y medio en una prisión británica, fue
liberado y deportado a Nueva Jersey en 2009. Siete meses después, la historia
volvió a repetirse.
Nuevas
víctimas, ahora norteamericanas la contactaron. Una mujer había quedado
embarazada y sin hogar tras conocer a Jordan en un sitio de citas, otra era una
mexicana con una hermana con síndrome de Down cuya familia él había arruinado
económicamente.
La
oportunidad de atraparlo llegó en 2014 cuando la enfermera estadounidense
Mischele Lewis, de 36 años, se puso en contacto con Mary. “Al igual que yo,
ella era una madre soltera que había estado en una situación infeliz antes de
conocer a un hombre que parecía ser el señor correcto. Al igual que yo, se
comprometió con él, perdió dinero con él y luego descubrió la verdad”.
Las dos
mujeres idearon un audaz plan para que Mischele grabara en secreto a Jordan con
una cámara oculta que llevaba como botón hasta que él confesara haberla
estafado. La policía lo detuvo y fue encarcelado.
Pero al
salir de la cárcel en 2017, Jordan siguió atacando a mujeres vulnerables. Mary
se dio cuenta de que la mejor manera de detenerlo era escribir un libro,
basándose en sus propias experiencias y enseñando a las mujeres a detectar los
signos reveladores de un depredador como Jordan.
“Pensaba
que era mi culpa, pero descubrí que tengo una alta puntuación en la escala de
empatía, y Will Jordan se centra en las mujeres que son empáticas, poniéndolas
a prueba desde el principio para ver si se compadecen de sus historias de
sollozos sobre una infancia terrible”, contó. Y agregó: “Solía culparme por
haberme dejado engañar por él, pero me di cuenta de que la razón por la que las
mujeres como yo somos tan confiadas es que, como empáticas, nunca haríamos algo
tan horrible a otra persona, simplemente no entra en nuestros procesos de
pensamiento”.
Jordan
continúa con su raid. “En el último recuento tenía 14 hijos. Nunca va a parar.
Es un psicópata sin capacidad de amar y sin conciencia. Todo lo que puedo hacer
ahora es advertir a otras mujeres sobre él”, dice Mary.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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