Se trata de Matías y Melina, que junto al hijo de ella, residían en una casa en el Barrio Industrial, pero la llegada de la ex pareja del hombre y madre de sus hijos a Gesell, terminó en un episodio judicial que los dejó en la calle.
La situación le generó a él graves graves problemas de salud entre ellos un ACV, que sobrelleva a pesar de la desesperante vivencia que experimentan hace poco más de un mes en Mar Azul, por vivir en condiciones inhumanas debido a la falta de luz, de baño, cocina y un techo que los albergue. «Le ruega a la jueza del caso que lo escuche».
Ernesto Matías Taylor de 32 años está desesperado, vive junto a su pareja y el nene de 10 años de ella una pesadilla hace poco más de un mes. Los tres vivían en una casa de Barrio Industrial normalmente hasta que la ex pareja de él llegó a Villa Gesell a fines del verano con los tres hijos que tuvieron juntos de 5, 7 y 10 años.
Matías relató que la madre de sus hijos estuvo en varias casas hasta que dada la situación de que no podía permanecer en ninguna porque generaba conflictos, él y su mujer actual le ofrecieron que se muden a la vivienda de Paseo 143 bis entre 14 y 15 en Barrio Industrial, hasta que una denuncia y una restricción lo dejó fuera de su vivienda.
«Ella vino de Buenos Aires diciendo que se había peleado con la madre y era todo mentira no era así, fue a la Justicia me hizo una denuncia penal y me sacó la casa y dijo que yo tenía otra casa en Mar Azul y es mentira. Estoy viviendo en una carpa porque me sacó la casa».
Detalló Matías, resignado y angustiado.
Sobre las casas en las que se alojó su ex pareja cuando llegó a la ciudad, detalló:
«Le prestaron un departamento en Gesell cuando llegó pero la echaron porque maltrataba a los chicos y no les cocinaba. De ahí se fue a la casa de mi hermana y pasó lo mismo. Le pegaba a los chicos».
Así fue que el hombre que no tienen trabajo fijo y vive de changas, le ofreció a la madre de sus hijos que se alojen en la casa de Barrio Industrial con su pareja y el nene de ella.
«Las traje a vivir en mi casa para que no estén en la calle, hablé con mi pareja y se mudaron. «Un día fue a la comisaría y me hace la denuncia como que yo tengo un domicilio en Mar Azul».
Exclamó el vecino en situación de calle.
Desde ese momento y porque hacía algunos trabajos en un taller mecánico en Mar Azul, tuvieron que quedarse en un acacial, durmiendo en una carpa prestada y utilizando como habitación del nene la cabina de un camión abandonado.
«Así estoy, en una carpa, sin baño, sin ducha viviendo como…. es feo estar así. Tuve un pre infarto y hace poquito tuve un ACV, estuve en silla de ruedas y ahora estoy bien, estoy vivo».
Confesó.
Matías acusa a su ex de meterse en su casa un día que no estaban.
«Fue, pateo la puerta, entró y se quedó. La Justicia no hace nada, escuchó una sola parte, a mí no me escucharon. La escucharon a ella, la vieron con tres hijos, pero a mi me echaron con mi pareja y el nene de 10 años. La jueza Dora Jofre nunca me escuchó».
Sostuvo.
Sobre cómo viven en una forma inhumana, contó:
«Me ayudan los vecinos, retiramos la comida de los comedores, a veces no tenemos para comer pero el nene siempre come. Todas las changas que puedo hago, pero la mitad del cuerpo no la puedo manejar bien y no veo bien».
Su pareja ahora está desocupada y espera la temporada para empezar a trabajar.
«Yo lo único que pido es que la Justicia haga su trabajo, quiero que me escuchen a mi también. La asistente social que vio a los nenes dijo que salió todo negativo pero le dieron la tenencia a alguien no puede tener a las criaturas».
Advirtió sobre sus hijos.
Angustiado y a punto de quebrarse, lanzó:
«Yo no puedo estar viviendo acá, se me parte el alma ver al nene durmiendo ahí».
Dijo mientras señaló el camión. Y rogó:
«Que la doctora Jofre haga su trabajo que me llame a mi también».
Apesadumbrado, el hombre confesó:
«No le hago mal a nadie soy Ernesto Matías Taylor, vivo en Gesell de toda la vida. La justicia no hace nada, esa es mi casa, yo quiero volver a mi casa, yo tengo casa».
Sobre la situación de su ex pareja detalló que tiene casa propia en Buenos Aires.
«Es una casa prefabricada pero tiene luz, baño, internet, tiene las comodidades».
Contó.
En el Comedor Solidario Mar Azul conocen a Matías a Melina y al nene, los ayudamos, estamos acompañándolos, contó Romina Arrieta, que puso énfasis en que el nene es un «dulce de leche» y se mostró preocupada por la situación de esa familia.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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