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El ladrón abatido por el jubilado en Quilmes tenía un balazo en el tórax y otro en el abdomen

Franco Martín Moreyra, el joven muerto tras el asalto al jubilado Jorge Adolfo Ríos el viernes pasado en la localidad bonaerense de Quilmes Oeste, recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal, según el informe de autopsia, informaron hoy fuentes judiciales.

De acuerdo al informe preliminar del estudio, al que accedió Télam, del cuerpo de Moreyra se extrajeron dos proyectiles.

Los forenses de la morgue de Ezpeleta le informaron al fiscal de la causa, Ariel Rivas, que el primer balazo ingresó en el tórax en la línea media axilar, a nivel del sexto espacio intercostal izquierdo, cruzó la quinta vértebra dorsal y se alojó en el hombro derecho.
Según las fuentes judiciales consultadas por Télam, el segundo proyectil -y el que causó el deceso-, ingresó en la zona abdominal por la fosa ilíaca derecha, pasó por el retroperitoneo y rompió la arteria aorta y la vena cava, lo que provocó una hemorragia abdominal y el shock hipovolémico.

El hecho ocurrió el viernes cerca de las 5, cuando los ladrones ingresaron a robar a la vivienda de Ríos, ubicada Ayolas al 2700, en Quilmes Oeste.

El jubilado fue sorprendido mientras dormía y fue golpeado e intimidado por los asaltantes con un destornillador mientras le exigían dinero, y en ese momento extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros de su propiedad y les efectuó al menos seis disparos que los hizo huir de inmediato.

En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve a uno de los ladrones, de 26 años, que se encontraba desarmado, forcejeó con Ríos cuando el hombre se dirigió hacia él portando el arma de fuego hasta que en un momento dejó de moverse, por lo que los investigadores creen que fue el momento en que le disparó en el tórax.


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