Este lunes, los bomberos del Cuartel de Batán se convirtieron en héroes. Estaban limpiando las instalaciones cuando un vecino apareció para avisar que en un domicilio ubicado a unos 100 metros había un bebé recién nacido que no podía respirar y, sin perder tiempo, salieron a toda carrera a ver qué ocurría. Al mismo tiempo, dieron aviso a la sala de salud para que enviaran un médico lo antes posible.
Al llegar a la vivienda ubicada en inmediaciones de las calles 39 y 48 comprobaron que la presencia de un bebé prematuro que, a simple vista, no respiraba. De inmediato, lo tomaron en brazos y comenzaron a practicarle maniobras de reanimación. En pocos minutos ocurrió el milagro: la criatura volvió a respirar.
Minutos después arribó al lugar el servicio de ambulancia que, tras evaluarlo, confirmaron que el bebé se encuentra estable.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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