Con algunos indicios de renovación, el congreso de la CGT eligió esta tarde una nueva conducción liderada por tres cotitulares, Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Sola (Seguro) y Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), cuyo mandato hasta 2029 estará signado por la reforma laboral con el Gobierno, que pilotearán desde ahora secundados por la vieja guardia del sindicalismo.
Tras la proclamación de las nuevas autoridades, que fueron
votadas por 1604 congresales (500 menos de los inscriptos), con 35 votos en
blanco, el primer discurso de cierre estuvo a cargo de Argüello: “Nos vino una
tarea muy difícil, pero sabemos que con los trabajadores no se jode y estamos
unidos para enfrentar cualquier situación que nos quiera llevar a que nos
quiten los derechos que nos han costado tanta lucha”.
Jerónimo, por su parte, advirtió: “No vamos a permitir ni
vamos a retroceder un solo paso en las conquistas y los derechos adquiridos que
tiene el movimiento obrero argentino porque la historia lo marca así”. Finalmente,
en el discurso más extenso, Sola dijo: “No somos necios. Sabemos que el mundo
del trabajo ha cambiado y que las actualizaciones con la tecnología y la
robótica son necesarias, pero tenemos una herramienta fenomenal que son los
convenios colectivos de trabajo. Es allí donde las dos partes que más saben,
los empleadores y los trabajadores, pueden crear sus reglas, y es ahí donde se
modifican y se modernizan las relaciones laborales”.
“Hay un sector de la política que pretende que se debilite
el movimiento obrero, que se atomice, que ya no se discutan convenios
colectivos por actividad y se discutan por empresa -aseguró-. El crecimiento de
este país se ha hecho con los derechos de los trabajadores y este país ha
crecido porque los trabajadores tenemos derechos y los llevamos adelante. Esos
intereses que buscan dinamitar y que creen que los representantes de los
trabajadores somos adversarios políticos, se equivocan. Somos socios
estratégicos”.
Luego de las intervenciones del flamante triunvirato, hubo
aplausos, abrazos entre los dirigentes instalados en la larga mesa que presidió
el congreso y, como es habitual, todos entonaron las estrofas de la marcha
peronista, en un clima triunfalista que disimuló las tensiones del día.
El acuerdo interno entre “los Gordos”, los independientes,
el moyanismo y el sector que lidera Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) marginó al
sindicalismo kirchnerista y abrió más la fisura con Luis Barrionuevo
(gastronómicos) y aliados como la UTA y La Fraternidad, que este mediodía
perdieron una votación clave de los congresales para decidir si se mantenía el
esquema de conducción de un triunvirato o se elegía un solo jefe de la CGT.
Finalmente, se impuso por abrumadora mayoría la continuidad
del triunvirato, lo que afianzó la lista consensuada de candidatos a la CGT
este martes a última hora en una reunión en la UOCRA, de la que participaron
Héctor Daer (Sanidad), Armando Cavalieri (Comercio), Hugo Moyano (Camioneros),
Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Sergio Sasia
(Unión Ferroviaria), además de Argüello, Sola y Jerónimo, los postulantes al
triunvirato.
Barrionuevo y Roberto Fernández (UTA) debían aceptar los
cargos que les ofrecían en la conducción cegetista o abandonar la central
obrera, algo que precipitó el alejamiento del gremio de los colectiveros y la
decisión de quedarse de los barrionuevistas y de La Fraternidad.
Los cambios en la CGT decididos por los sectores
mayoritarios del sindicalismo generaron reacciones adversas entre dirigentes
marginados: los dirigentes kirchneristas aceptaron los puestos ofrecidos, pero
no serán cubiertos por los líderes de los gremios sino por otros gremialistas
como una forma de tomar distancia y exteriorizar el malestar por “decisiones inconsultas”.
De esta forma, Abel Furlán (UOM), que quería seguir en la
Secretaría de Interior de la CGT, dio su aval para pasar a la Secretaría
Gremial aunque nombró para ese lugar a Osvaldo Lobato, líder de la Seccional
San Martín.
Lo mismo sucedió con otro gremialista K como Sergio Palazzo
(bancarios), que designó a la dirigente de su gremio Rosa del Carmen Sorsaburu
para la Secretaría Administrativa de la CGT. En el caso de SMATA, del mismo
sector, perdió la Secretaría Gremial, aunque su secretario general, Ricardo
Pignanelli, aceptó una vocalía.
Mientras, Daniel Lovera, secretario de Asuntos Laborales de
la Federación de Comercio (FAECyS) será el representante ante la CGT y no el
propio Armando Cavalieri, líder del gremio, como había trascendido
Hay dirigentes que seguirán en sus cargos actuales en la CGT
como Andrés Rodríguez (Secretaría Adjunta), Gerardo Martínez (Relaciones
Internacionales), José Luis Lingeri (Acción Social), Sergio Romero (Políticas
Educativas), Sergio Sasia (Vivienda) y Rodolfo Daer (Industria), entre otros. Además,
dirigentes que cambiarían de puesto: Héctor Daer (Sanidad) pasó a la Secretaría
de Interior y Horacio Arreceygor (televisión), a la Secretaría de Prensa.
Esta nueva CGT tendrá así signos concretos de renovación en
el triunvirato, con el ascenso de Sola y Jerónimo, y la incorporación de
dirigentes de segunda línea en puestos decisivos del Consejo Directivo
cegetista, que responden a una decisión política de tomar distancia en algunos
casos, pero la rama femenina no logró un papel tan protagónico en la nueva
estructura: la candidata al triunvirato de la CGT Maia Volcovinsky (judiciales)
seguirá secundando al líder de su sindicato, Julio Piumato, en la Secretaría de
Derechos Humanos.
Sólo hubo un logro en ese rubro: el ascenso de Marina
Jaureguiberry (SADOP) como la nueva secretaria de Ciencia y Técnica de la CGT.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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