La cadena nacional del último viernes dejó al Congreso en un clima de máxima tensión. En su discurso, el presidente Javier Milei apuntó directamente contra un conjunto de proyectos aprobados por la oposición que, según la Casa Rosada, pondrían en riesgo el plan económico oficial.
Milei anunció que enviará al Parlamento un proyecto para sancionar a funcionarios y legisladores que promuevan medidas generadoras de déficit fiscal. “Usando causas nobles promulgan leyes que llevan a la quiebra de la Nación”, lanzó, en alusión a las 12 leyes impulsadas por la oposición y rechazadas por el oficialismo.
Pese al mensaje presidencial, en Diputados la hoja de ruta no se modificó: las comisiones continuarán avanzando con dictámenes de iniciativas cuestionadas por el Ejecutivo, entre ellas la modificación del reparto de la recaudación del impuesto a los combustibles líquidos y la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), dos reclamos centrales de los gobernadores que ya cuentan con media sanción del Senado.
La batalla por los vetos
El foco principal estará en la sesión especial prevista para el 20 de agosto, cuando la oposición buscará los dos tercios necesarios para rechazar los vetos de Milei a la ley de aumentos jubilatorios y a la emergencia en discapacidad.
La estrategia opositora —que reúne a Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, Coalición Cívica y Frente de Izquierda— es no convocar la sesión hasta garantizar la mayoría calificada. “No pensamos en el calendario electoral, sino en asegurar los votos reglamentarios”, confió un diputado kirchnerista.
El oficialismo, en cambio, ya trabaja para blindar los vetos, tal como logró en 2024. Con el bloque libertario de 87 diputados y el seguimiento minucioso de Guillermo Francos y Martín Menem, apuestan a que las ausencias en la sesión reduzcan el número de votos requeridos para sostener la postura presidencial.
La Constitución Nacional es clara: para rechazar un veto, ambas cámaras deben insistir en el texto original por mayoría de dos tercios de los presentes. De concretarse, el proyecto se convierte en ley pese a la negativa del Ejecutivo.
Reacciones cruzadas
Martín Menem calificó el mensaje de Milei como “impecable” y llamó a “pintar de violeta cada rincón del país” desde el Congreso. El radical Lisandro Nieri celebró la coincidencia con su proyecto de 2022 para prohibir que el Banco Central financie al Tesoro, remarcando que “es inadmisible seguir emitiendo para cubrir el desorden fiscal”.
Desde la vereda opuesta, Juan Fernando Brügge (Encuentro Federal) acusó al Presidente de evadir el debate presupuestario para manejar discrecionalmente los recursos. Danya Tavela (Democracia para Siempre) tildó al Gobierno de “insensible e inmoral” y Sabrina Selva (Unión por la Patria) anticipó que buscarán “poner un límite en el Congreso y en las urnas”.
Una agenda cargada en el Congreso
Antes de la sesión clave, la Cámara baja tendrá una semana intensa:
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Martes 17 hs: Comisiones de Asuntos Constitucionales y de Peticiones, Poderes y Reglamento, para reformar artículos sobre el funcionamiento de la comisión investigadora del caso Libra.
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Miércoles por la mañana: Comisiones de Acción Social y Salud Pública y de Presupuesto tratarán el proyecto de salud mental impulsado por Facundo Manes.
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Miércoles 12 y 16 hs: Discusión de los proyectos sobre coparticipación de ATN y modificación del impuesto a los combustibles líquidos, junto a la Comisión de Energía.
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Plenario de Presupuesto y Ciencia y Tecnología: Avance sobre la declaración de emergencia del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, impulsada por Daniel Gollán, con el objetivo de garantizar un incremento sostenido de la inversión en el área.
El escenario anticipa una pulseada parlamentaria sin margen para el error: la oposición busca capitalizar las mayorías para imponer su agenda, mientras el oficialismo se aferra a los vetos presidenciales como herramienta para frenar leyes que considera una amenaza a su programa económico.



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