El asalto cometido contra María Celia I., de 83 años, causó estupor y preocupación en la comunidad por la forma y el lugar que eligieron los 4 delincuentes para actuar. Tres de ellos lo hicieron a cara descubierta y un cuarto lo hizo tapándose el rostro por lo que se presume que podría ser alguien del medio o el presunto entregador.
El recorrido de la camioneta es central. Es el puntapié
inicial de la etapa de investigación porque la víctima no pudo aportar mucho.
Además, actuaron con guantes y no dejaron rastros al entrar en la vivienda de
la calle Yrigoyen, entre Alberti y Mitre, en plena mañana.
Estuvieron dentro de la casa por casi una hora y se alzaron
con una suma no determinada de pesos y dólares. Esta familia ya ha sufrido
robos similares en su campo en los años 2014 y 2022. Sólo que en esos casos el
ataque fue armado y este no.
La camioneta salió de la ciudad y tomó las rutas 74, hacia
Pinamar, y la 11 hacia el Partido de la Costa. Pero en Punta Médanos entró en
un camino hacia la playa y cerca del mar fue incendiada. El habitáculo fue
rociado por algún líquido inflamable y lo hicieron combustionar para que no
quede ningún asiento o elemento plástico en donde hayan quedado huellas
dactilares. Allí cambiaron de auto y se fueron.
La patente de la camioneta Toyota Hillux se corresponde a
otra camioneta del mismo color que es de Tandil. Fueron a buscar al dueño quién
demostró que hace meses le robaron las dos chapas y que su camioneta estaba impoluta.
A esto se le suma que el número de chasis del rodado usado fue deformado a
golpes para que no sea identificado. Este accionar sólo lleva a un camino: construyeron
un vehículo mellizo con un camioneta robado y llevará meses pedir la
reconstrucción química de la chapa golpeada.
Los ladrones no son improvisados, saben donde actúan y van
con datos certeros. Para entrara esa casa que eligieron ya poseían el dato de
que la mujer estaba sola y que podrían reducirla tan sólo amedrentándola con
palabras.
Cuáles serán los siguientes pasos
La patente utilizada arrojó multas en el gran Buenos Aires.
La zona de los radares no dista tanto de la que ya fue marcada en la
investigación por los sucesivos robos al electricista Jorge “Rulo” Echaurren.
Los dos ataques a este hombre en su casa de Calle 14 también tuvieron a 4
delincuentes como protagonistas. Pero en estos sucesos del mes de julio último
el utilizado fue el vehículo de los propios sospechosos y por eso se pudo
llegar a una zona de Fuerte Apache, en Ciudadela.
Ahora se observa nuevamente la zona de San Martín, Tres de
Febrero y Moreno como primer paso. Es que la Toyota pasó por el peaje de La
Huella, hacia Madariaga, a las 4.30 de la madrugada. “En algún lugar hicieron
tiempo” – dicen los investigadores- mientras buscan dónde se podrán haber
detenido.
Los peajes son visitados por efectivos de la policía para
cotejar cámaras y la expectativa es que alguna cabina haya podido grabar la
cara del conductor. Tan sólo un fotograma estable podría cambiar todo porque,
en la justicia, están dispuestos a pedir ayuda a la Policía de la Ciudad y a la
Federal para utilizar un poderoso software de reconocimiento facial que se usa
para la identificación de personas con antecedentes en el transporte público de
pasajeros en el ámbito metropolitano.




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