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Se llevaron un suculento botín de un exclusivo country de Tandil, pero una huella en un auto los delató



Unos pocos centímetros que el fuego no alcanzó fueron suficientes para detectar rastros clave. El asaltante que viajó sentado detrás del conductor, al abandonar el vehículo, dejó grabada la huella del pulgar de su mano derecha en la chapa de la puerta y con eso, la Policía Científica le puso nombre y apellido a la pista. Así detuvo a uno de los integrantes de una banda que, en un golpe comando, desvalijó la casa de un empresario en Tandil.

 

No fue el único pasajero descuidado. Agentes de la AFIS Olavarría, que depende de la Coordinación Policía Científica Atlántica, consiguieron levantar una segunda huella, la de un índice. Con estos datos, el fiscal Gustavo Morey, de la UFI Descentralizada 8 de Tandil, del Departamento Judicial Azul, dispuso la detención de los dos hombres.

 

Los agentes dieron con Brian Raúl Juliá, de 32 años, con antecedentes penales en Capital Federal, y ahora la Justicia le imputa el delito de "robo agravado y privación ilegal de la libertad". Por el momento no dieron con su cómplice, ya identificado, quien permanece prófugo. Se desconoce aún qué roles ocupó cada uno de ellos la madrugada del 16 de junio pasado.Esa noche, en un movimiento comando que alteró el sosiego característico de El Valle de Tandil, un exclusivo country club conocido por su campo de golf, fueron por el que parece era su objetivo.

 

Al menos tres personas encapuchadas irrumpieron en el barrio cerrado, sortearon a la seguridad y robaron un botín de 25 mil dólares, 400 mil pesos y 7.000 euros.

 

La víctima, un hombre de 57 años propietario de una cantera, de una empresa de transportes y de una estación de servicio del centro comercial de la localidad serrana (pidió discreción sobre su identidad), estaba en su casa con su familia cuando fue sorprendido por los asaltantes.

 

Los delincuentes amenazaron a un guardia de seguridad del country y terminaron maniatándolo. Así lograron llegar hasta la propiedad del empresario sin impedimentos.

 

Pero hay detalles que a los investigadores todavía le llaman la atención: los asaltantes conocían el camino, la forma de ingreso y se condujeron directo a su objetivo. En la casa se encontraba la familia; ataron a cada uno de los integrantes y los encerraron en un dormitorio. En algún momento, desconectaron el sistema de alarmas y de cámaras de seguridad para actuar sin ser descubiertos.

 

El golpe comando fue preciso, por eso los investigadores rápidamente sospecharon que los asaltantes tenían un dato o de algún empleado infiel. En las próximas horas, el fiscal Morey indagará al único detenido.

 

Los ladrones actuaron armados y con el rostro cubierto, confiaron fuentes de la investigación a Clarín. Recorrieron cada área de la casa para robar objetos de valor y ropa que fueron seleccionando y guardando en bolsos.

 

"Actuaron rápido, pero tranquilos", contó la misma fuente. Eligieron cuidadosamente lo que querían robar. El mismo empresario realizó la denuncia en la comisaría 1era. luego de que se escaparan y pidió "discreción" a los policías, que no quisieron dar demasiados detalles respecto del hecho.

 

Lo cierto es que se llevaron, además de los elementos de valor, 400.000 pesos, 25.000 dólares y 7.000 euros que el empresario tenía guardados en la casa, y un auto.

 

Fueron apenas unos minutos los que necesitaron para conseguir el millonario botín. Los delincuentes cargaron todo en un Chevrolet Sonic de la familia y escaparon rápidamente, sin lastimar a las víctimas.

 

Pocas horas después, el Chevrolet Sonic de color rojo fue hallado en la ruta provincial 74, entre el paraje El Gallo y el cruce Scarminacci. Adentro del auto, los agentes hallaron ropa y un handy con frecuencia policial que usaron para evitar ser rastreados.

 

Antes de abandonarlo, los ladrones prendieron fuego el coche, pero solo quedó dañado en su interior. Lo dejaron no muy lejos del country, lo que a los investigadores los llevó a suponer que una cuarta persona los esperaba en ese lugar.

 

"Un minucioso trabajo de la AFIS de Olavarría permitió dar con uno de los asaltantes, y fue identificado otro de ellos", indicó un jefe policial a este diario.

 

Los agentes de la Policía Científica trabajaron en la casa y en las inmediaciones para tratar de encontrar elementos que permitieran dar con los delincuentes y esclarecer el hecho. Los hallaron donde menos lo esperaban: en los restos del auto.


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