Fernando Walter Rodríguez era el policía encargado del
depósito judicial de Pinamar en el año 2009 y se vio involucrado en un hecho
que llegó a juicio y tuvo resolución recientemente: el dueño de un Volkswagen
Vento, que estaba secuestrado en ese recinto, lo acusaba de haber retirado el
rodado y de haberlo chocado en la calle.
Pero en el proceso judicial los jueces del Tribunal en lo
Criminal nº 2 de Dolores, Antonio Severino, Eduardo Campos Campos y Matías
Zabaljauregui, coincidieron de manera unánime: no había pruebas suficientes
para tamaña acusación y absolvieron al uniformado.
El proceso penal había iniciado 14 años antes y estaba
caratulado como presunto autor de los delitos de “Peculado de caudales y
efectos”.
En la decisión se dejó en claro que no había indicios.
También se agregó un informe técnico de una pericia trascendental: El auto
había sido depositado sobre la arena y había marcas que indicaran que hubiera
sido movido o arrastrado.
Además, la fiscalía había basado la acusación en dos
testimonios que aseveraban haber visto ese auto en la calle, pero los relatos no
eran del todo consistentes.




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