El 31 de agosto, Silvina Luna falleció en el Hospital Italiano a causa de una insuficiencia renal, tras meses de sufrimiento provocado por la cirugía en sus glúteos que el médico Aníbal Lotocki, condenado en la Justicia por el daño que causó en ese procedimiento, le practicó diez años atrás. Silvina tenía 43 años. Así, por orden de la Justicia, su cuerpo fue enviado a la Morgue Judicial para la autopsia correspondiente, antes de ser inhumado en el Cementerio de la Chacarita.
Hoy, casi un mes después, Infobae accede a los resultados, un informe de 47 fojas.
Allí, los especialistas del Departamento de Tanatología del Cuerpo Médico Forense explicaron que Silvina Luna tenía en la zona de sus glúteos “numerosas formaciones nodulares, entre irregulares hasta otras ahusadas y fusiformes, de coloración blanquecina y hasta algunas de ellas pétreas”.
Los médicos que realizaron la autopsia se refieren en este punto a los “granulomas” que la mayoría de las personas que denunciaron a Lotocki tienen en su cuerpo. Se trata de formaciones duras de distintas consistencias generadas por una reacción del organismo por un cuerpo extraño, en este caso el metacrilato inyectado.
El informe aclara también un punto importante: varios de estos granulomas se encontraron alojados en el nervio ciático izquierdo, comprimiéndolo, lo que le generaba un importante dolor a Silvina. También se aclara que estas formaciones duras se hallaron no sólo en los glúteos sino tambien en los muslos.
Es decir, habían migrado.
En otro punto del informe, los peritos forenses escribieron que “las formaciones nodulares (granulomas) dan la impresión de reemplazar los haces de las masa musculares glúteas”. El doctor Rodrigo Salemi explica a este medio que esto significa que en determinadas regiones “los granulomas reemplazaron las fibras musculares”
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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