El ministro de Seguridad bonarense, Sergio Berni, fue agredido a golpes y pedradas este lunes por manifestantes que cortan la General Paz tras el asesinato de un colectivero en Virrey del Pino.
El episodio se registró a las 11.47 cuando Berni, acompañado
por el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D'Onofrio, y un efectivo de la
Policía de la Ciudad, llegó caminando al lugar donde se concentraban los
choferes. Primero fueron insultos, pero en pocos segundos la violencia escaló y
fue atacado con piedras y golpes de puño.
Con la cara totalmente ensangrentada, el funcionario de Axel
Kicillof quedó acorralado por más de 30 minutos contra una pared, protegido por
un cordón de policias.
"Sos un mentiroso", lo increparon los colectiveros
en medio de la protesta. "Yo no soy mentiroso, por algo estoy acá",
le respondió Berni en medio de los disturbios.
Nervioso y escoltado por un grupo cada vez mayor de
policías, el ministro dijo frente a las cámaras que fue hasta el lugar para
hablar con los colectiveros: "Entiendo el problema que están pasando.
Estoy acá porque sé lo que están pasando todos los días y no hay nadie que
venga a poner la cara. Yo no salgo corriendo como todos los demás".
"Así no vamos a solucionar nada", enfatizó el
funcionario, quien insistió que "no hay soluciones mágicas" para la
inseguridad que afecta al conurbano bonaerense.
Mientras Berni intentaba hablar con los manifestantes, un
grupo le gritó "hijo de puta" y otros volvieron a agredirlo, esta vez
con tomatazos y tierra.
Pasadas las 12.20, Berni dejó el lugar escoltado por la
Policía de la Ciudad. A pocos metros, otros efectivos se enfrentaban con
manifestantes que seguían revoleando cascotes y piedras
Todo ocurrió horas después del crimen de un chofer de la
línea 620 de colectivos que estaba a punto de jubilarse.
El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires,
Sergio Berni, descartó la posibilidad de presentar la renuncia luego de haber
sido atacado a golpes por colectiveros que protestaban por el asesinato de un
compañero de trabajo.
“¿Por qué tengo que renunciar? Lo que vamos a hacer es
redoblar el esfuerzo y seguir trabajando”, aseguró en la puerta del Hospital
Churruca, hacia donde fue trasladado este mediodía luego del escándalo que
protagonizó en General Paz y ruta 3.
El funcionario planteó además dudas sobre el crimen del
chofer Daniel Barrientos. “No es un hecho habitual, nadie asalta un colectivo
así, cuando uno investiga estos casos no es el modus operandi habitual”,
aseguró.
De acuerdo a la versión que maneja Berni, los delincuentes
cruzaron dos vehículos para detener la marcha del interno de la línea 620 que
manejaba Barrientos. Además utilizaron pistolas calibre 40, algo inusual.
Si bien en un principio se creía que el chofer falleció en
medio de una balacera entre un policía que viajaba en el micro y los
delincuentes, los investigadores analizan ahora otra hipótesis que indica que
el conductor fue asesinado a sangre fría y luego se desató la balacera.
El integrante de la administración de Axel Kicillof aseguró
que tiene “fractura de cráneo” y el pómulo hundido como consecuencia de los
golpes que recibió este mediodía, no obstante no tiene previsto denunciar a sus
agresores. El ministro espera los resultados de una tomografía que determinará
si debe ser intervenido quirúrgicamente.
“Tengo fracturado el malar, pero mi responsabilidad es
seguir trabajando. Recibí muchísimos golpes, Me quedé en el lugar, pero
lamentablemente después se complicó todo porque la Policía hizo lo que tenía
que hacer, que es sacarme del lugar”, analizó.
“Uno muere de pie, nunca de rodillas. Esto no nos asusta, es
parte del oficilo”, dijo ante la consulta de los periodistas que lo esperaban
en el Hospital administrado por la Policía Federal.
Berni fue víctima este mediodía de una lluvia de trompadas,
patadas y piedrazos al llegar a un piquete que realizaban compañeros de trabajo
de Barrientos. Fue evacuado por la fuerza por personal de la Policía de la
Ciudad de Buenos Aires, que tiene jurisdicción en la zona.
El gobierno nacional por ahora se mantiene en silencio.
Según pudo reconstruir este medio, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, dialogó
con Axel Kicillof para interiorizarse sobre la situación. En tanto, el ministro
de Seguridad, Aníbal Fernández, intentó hablar con su par bonaerense, pero aún
no obtuvo respuesta.

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