La encargada de un edificio de Cabo Corrientes contó a que
recibió 8 familias que ya habían abonado "una noche o hasta el 50% del
alquiler" a los que ella cree que se trata de una banda que actúa "al
menos desde el año pasado".
"El fin de semana recibí a muchas familias, algunas con
chicos, que me mostraron las conversaciones con gente que les alquiló una
habitación. Con fotos mezcladas de este edificio con otros de la zona, por
ejemplo, algunas tenían una pileta cuando acá solo tenemos quincho y
gimnasio", contó la mujer, azorada, al ver en las fotos de los chats con
una foto de perfil y un número que ya había perpetrado estafas similares la
temporada pasada.
Sobre las características de las estafas, subrayó que
"hay un mecanismo común" porque hay al menos dos interlocutores, los
que negocian y los que confirman las reservas.
La vecina de la zona costera contó que "supuestamente
la banda (que cometió las estafas la temporada pasada) había sido nuevamente
condenada, porque se trataba de internos de la cárcel" pero la historia se
repitió con patrones comunes, mismos nombres y mismas fotos.
"Hablamos con otras inmobiliarias que conocemos y pasó
lo mismo en otros lados", alertó.




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