Hace minutos la jueza María Fernanda Hachmann avaló el
pedido de procesamiento con prisión preventiva que elevó el fiscal Walter
Mercuri y Sergio Javier Montenegro junto a Damián Alejandro Vegas seguirán
detenidos por el femicidio de Eugenia Montenegro ocurrido en agosto pasado.
En su solicitud, el fiscal se basó en declaraciones testimoniales,
imágenes de video del COM, mensajes de algunos teléfonos celulares que fueron
recuperados, capturas de la red social Facebook, en los peritajes de la Policía
Científica en la escena del crimen y en la operación de autopsia a los restos
de la victima.
En el marco investigativo se dejó en claro que una sola
persona no pudo haber escondido el cadáver debajo de la cama por el espacio del
pequeño departamento en donde se cometieron los hechos en calle 2 de Abril al
1700. También se relata que el ataque a puñaladas fue entre la 1:30 del 12 de
agosto y los primeros minutos del día 15; por lo que la ventana de tiempo es
grande, aunque se trabaja para situar todo en la madrugada del día 12.
Se relata que las múltiples heridas cortantes que le dan
muerte a Eugenia Montenegro se dieron, en su mayoría, en la región del cuello y
en el hombro izquierdo lo que llevó a que la mujer perdiera la vida por un paro
cardíaco al perder un gran caudal de sangre.
Los dos involucrados están acusados de ser coautores del
homicidio doblemente agravado por el vínculo y por tratarse de una mujer la
víctima.
La resolución explica minuciosamente el relato de cada testigo. Pone énfasis en distintos contactos de Javier Montenegro con una ex novia de Vegas para buscar que declare en la causa y complique la situación de su ex novio.
Por otro lado, deja en claro que Montenegro de deshizo de su celular una vez que el cuerpo de su ex pareja fue encontrado y que Vegas estaba deprimido en las últimas semanas y con ganas de intentar retomar una antigua relación sentimental dado que veía que su actual novia "buscaba" o mantenía encuentros con el papá de sus dos hijos (Montenegro) que vivía a metros de la casa en donde todo sucedió.
Ese teléfono celular fue recuperado días después pero había sido restaurado en varias oportunidades a valores de fábrica y peritos de la Policía Federal no pudieron recuperar datos.
El fin de semana del crimen todos los que declararon en la causa coinciden: Vegas estaba nervioso, perdido y sucio. Buscaba relatar algo pero no se animaba. Mientras que Javier se acercaba a la familia de la chica y mantenía contactos fluidos.
Gracias a una ampliación que se realizó de la operación de autopsia, también se pudo determinar que alguien aplicó fuerza en el cuello de Eugenia. Esto llevó a un desplazamiento cervical que podría explicar un desmayo de la mujer en la previa de ser apuñalada.
En tanto, la reconstrucción del hecho permitió dilucidar que dos persona escondieron el cadáver. Una de ellas con sus manos llenas de sangre levantó el somier y la otra depositó cuidadosamente los restos, sin arrastrarlos, en el piso. Toda la escena fue adulterada; concluyeron los peritos porque encontraron que con algún elemento se busco frenar el drenaje de sangre de la víctima al colchón en el cual se encontraba acostada y que había mínimas manchas de sangre sobre la pared.
En la explicación del fiscal Mercuri se indica que "no hay lógica" para pensar que un atacante desconocido entró a la casa, asesinó a la mujer y se fue sin llevarse nada de valor. Tampoco se puede suponer que haya levantado la cama mientras sostenía los restos de la víctima. Además, de las declaraciones de ambos imputados surgen datos cruzados e incoherentes sobre los movimientos de ese fin de semana.
También los dos imputados se desprendieron de sus celulares: uno lo vendió y el otro lo rompió.
Por todo lo expresado en su escrito, el fiscal entiende que hay riesgo de fuga o de entorpecimiento de los investigados si quedaron libres y, ante esto, solicitó que sigan con prisión preventiva; lo que fue avalado por la jueza.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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