Es probable que Malena Chioconni percibió que las personas
que estaban junto a ella en el VW Vento negro no eran la mejor compañía, ya era
demasiado tarde. Intentó bajarse, pero la persecución comenzó y el auto chocó
contra un camión estacionado en Panamericana, a la altura de Tigre.
No lo supo: el conductor era el líder de una banda dedicada
al robo de autos en cadena. Es decir que, en una sola noche y durante varios
días, podían cometer varios ilícitos a bordo de un vehículo que, a la vez,
había sido robado para tal fin.
Joel “El Gordo” Galván, también víctima del accidente, tenía
25 años y antecedentes penales. Fuentes judiciales indicaron que había sido
condenado a tres años de prisión en suspenso por el delito de “uso de documento
público falso destinado a acreditar la habilitación para circular de un
vehículo automotor”.
El cabecilla estaba procesado por robo a mano armada en
Vicente López. El auto en el que viajaban a gran velocidad también había sido
robado, días atrás y, creen los investigadores, utilizado para cometer otros
ilícitos en la zona.
Galván también registra un antecedente en la Ciudad de
Buenos Aires de 2017 por “averiguación de ilícito y resistencia a la
autoridad”.
Incluso, sospechan que ese mismo vehículo apareció en escena
el lunes pasado en Pilar, cuando un grupo de ladrones robó a mano armada una
camioneta 4x4 Toyota Hilux blanca, recién salida de la concesionaria.
A la víctima también le sacaron la billetera con 2000
dólares y 60.000 pesos, tarjetas de crédito y debido. También le arrebataron
una alianza de oro, una cadena de plata y su reloj de pulsera Tommy Hilfiger.
Por eso, la descripción de la huella criminal que dejó el
Vento sumado a los antecedentes de Joel, los agentes creen que se trata de una
banda dedicada al robo de vehículos de alta gama “al voleo” y que, además, se
detienen en sacarle las pertenencias a sus víctimas.
Joaquín Mirko Fernández, de 23 años, fue la tercera víctima
fatal del choque sobre el ramal Campana.
En la zona de Don Torcuato, donde son conocidos, de acuerdo
a Clarín, saben que Mirko se movía en dupla con “El Gordo” en autos robados que
podían tener en su poder hasta diez días, hasta que los descartaban por estar
“quemados”, es decir, marcado por la policía.
El cuarto ocupante del Vento era “Maico”, un chico de 16
años que permanece internado en grave estado. Su padre, conocido como “El
Chavo”, apareció en la escena del accidente. Se trata de un personaje conocido
en la zona norte por sus antecedentes.
Cuándo le preguntaron por su hijo, el hombre respondió:
“Andaban ganando”, reconoció con una frase que, en la jerga, significar robar
en cadena.




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