Un Honda Civic se detuvo en la madrugada del sábado en la
estación de servicio Axion de Bunge e Intermedanos y su conductor pidió que le
llenaran el tanque con combustible Premium.
Cuando el playero completó la carga y cerró la puerta del
tanque el vehículo arrancó y se dio a la fuga.
Una patrulla urbana estaba a pocos metros y se percató de
que algo había sucedido. Una señal del playero puso en alerta a los dos
vigiladores que iniciaron una persecución y lograron parar el auto a unas 4
cuadras.
La excusa que escucharon del joven jamás se la esperaron: “el
dolor de la hernia no me dejó pensar” y con eso creyó que ya había abonado por
el combustible cargado.
Luego de varios minutos el conductor accedió a hacer un pago
electrónico desde su teléfono celular.




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