José Alberto Saglio, es el propietario de Mongi Orugas, y
desde hace 18 años se dedica a fabricar y perfeccionar un sistema que soluciona
la vida de grandes empresas y fuerzas de seguridad que precisan circular en
cualquier tipo de terrenos todos los días del año.
Durante los dos primeros años trabajó para lograr una banda
de goma que soporte. Fueron pruebas y evaluaciones hasta conseguirlo; según relata
el empresario al hablar con Telpin TV y mostrar su camioneta que hace sonar en
el asfalto de Pinamar.
Su compañía, con sede en Florida, en el partido de San
Isidro, exporta al continente africano, Inglaterra, Escocia, Perú o España. Es
un producto 100% argentino y es muy costoso.
La Gendarmería lo adquiere para sus camionetas y camiones.
También las petroleras o mineras que tienen que surcar caminos de ripio, barro
o nieve.
Saglio sostiene que las orugas permiten que la distribución
del peso sea mucho más espaciada. Se ejerce una presión 9 veces menor del
rodado sobre el suelo y eso lleva a que una camioneta pueda entrar en la nieve
y se hunda, tan sólo, 20 centímetros. Con solo bajar, una persona se hundiría
unos 70 centímetros por el peso que ejerce su cuerpo en el caso de la
denominada nieve polvo.
La velocidad de circulación máxima que fabricante recomienda
es de 80 kilómetros, aunque Gendarmería ha logrado en emergencias hacerla
funcionar a más de 100.
El objetivo veraniego del empresario es descansar en Pinamar
y llevar la camioneta los fines de semana a La Frontera como acto promocional.
El hombre explicó que la Ley de Tránsito no permite las
orugas metálicas dado que destrozarían cualquier tipo de superficie pero estas
son de goma. Para pasar la VTV hay que llevar el vehículo con ruedas habituales
y luego se pueden cambiar.
Lo importante es cada oruga que colocas en el lugar y te aporta el equivalente a 9 ruedas. Es decir que tenés un 36 x 36.
Si bien el producto es 100% argentino se vende en dólares y
su costo asciende a unos 20.000 americanos.




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