La Justicia Federal desbarató una banda que se dedicaba a traficar soja a Brasil y lavaba el dinero en concesionarias y complejos turísticos de Misiones. Hay siete detenidos, entre ellos el jefe de un Escuadrón de Gendarmería, que liberaba las rutas para los camiones que ingresaban con la oleaginosa y tenían como destino galpones ubicados sobre la costa del río Uruguay.
La investigación se inició a principios de este año con una
denuncia de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos
(PROCELAC) en la Fiscalía Federal de Oberá, en la zona centro de Misiones.
El juez Alejandro Gallandat Luzuriaga decidió derivar la
investigación en la Policía de Seguridad Aeroportuaria por temor a que
integrantes de otras fuerzas federales estuvieran vinculados a la organización
delictiva.
La soja provenía principalmente de Córdoba y otras
provincias de la zona Centro del país y era despachada por un empresario que se
encargaba de tramitar las cartas de porte. Apenas los camiones trasponían los
controles de la Agencia Tributaria de Misiones, esos documentos eran anulados.
Una vez en la provincia, los transportes utilizaban la ruta
nacional 14 para llegar principalmente a El Soberbio y Colonia Aurora, donde se
descargaba en tres enormes depósitos que pertenecen a un empresario que tiene
estaciones de servicio en la zona.
La carga a granel era fraccionada en bolsas y entregada a
otro eslabón de la organización: "el pasero", que se encargaba de
llevar los granos hasta la costa del río Uruguay en camiones más chicos y
proveer las barcazas en las que se haría el cruce de la soja a Brasil.
Una vez que la carga llegaba al vecino país, se hacía el
pago y el dinero era lavado. La investigación permitió establecer que parte de
la recaudación se utilizó para instalar un enorme complejo recreativo y
turístico sobre la costa del río Uruguay, en la pequeña localidad de Mojón
Grande.
Otra parte del dinero se habría girado a una concesionaria
de Oberá para ser utilizado en operaciones de compraventa de vehículos.
Fuentes vinculadas a la causa señalaron que de las escuchas telefónicas surgió la vinculación del jefe del Escuadrón 9 “Oberá”. El comandante proveía información sobre los controles que la fuerza realizaba y se encargaba de liberar aquellos camiones que se topaban con un retén sorpresivo de Gendarmería. Esa maniobra sólo la realizaba si aún no se había dado intervención a la Justicia, trascendió.
El comandante actuaba en complicidad con su chofer y se
estima que recaudaba cerca de 300.000 pesos por cada camión cargado con soja
que liberaba.
Además de los empresarios y de los dos gendarmes, el juez
Gallandat Luzuriaga detuvo a un funcionario de la Agencia Tributaria de
Misiones que también estaría vinculado a la banda.
En los depósitos allanados se decomisaron cerca de 250.000
kilos de soja. Y en poder de los detenidos se halló más de diez millones de
pesos en efectivo y cerca de 30.000 dólares.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria allanó doce lugares,
entre ellos el Escuadrón de Gendarmería en Oberá y propiedades privadas en El
Soberbio, Mojón Grande, Colonia Aurora, San Javier, Apóstoles y Panambí.
Los investigadores continúan trabajando en la zona para
hallar a otras personas que formaban parte de la banda y no pudieron ser
localizados al momento de los allanamientos, aunque no se precisó el número de
prófugos.
Sin tener que tributar derechos de exportación -léase
retenciones- y tomando como referencia el valor del dólar blue en nuestro país,
una carga de soja duplica con creces su valor en Brasil. Este negocio ilícito
lleva casi tres años y los principales lugares de cruce hacia Brasil son El Soberbio,
Alba Posse y Colonia Aurora. La disparada del dólar blue en nuestro país hizo
que las ganancias de los contrabandistas crecieran aún más en las últimas
semanas.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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