Una niña de 5 años murió ayer en un centro de salud de la
ciudad bonaerense de Hurlingham pese al esfuerzo de los médicos por reanimarla.
Como la menor presentaba múltiples hematomas en el cuerpo, la Justicia dispuso
que sus padres queden detenidos, sospechados por el hecho. Las primeras
versiones indican que la niña podría haber sido víctima de un abuso, hecho que
la autopsia intentará determinar.
Ayer por la mañana, la niña llegó en brazos de su papá a la
Unidad de Pronta Atención (UPA) ubicada en la localidad de William Morris, al
oeste del conurbano. El padre les dijo a los médicos que, supuestamente, la
menor se había “atorado” con comida en su casa, en Villa Tesei.
Tras ello, de acuerdo con fuentes de la investigación, la
víctima llegó a ser reanimada por los especialistas, pero falleció de un paro
cardiorrespiratorio y a raíz de múltiples hematomas en todo el cuerpo de larga
data, que le provocaron una hemorragia interna. “Tras ser examinada, la niña
presentaba golpes en brazos y piernas y algunas lesiones compatibles con
abusos”, indicaron las fuentes consultadas.
Intervención judicial
La fiscal de la causa, Marina Rueda, a cargo de la Unidad
Funcional de Instrucción (UFI) 12 del Departamento Judicial Morón, dispuso que
en las próximas horas se realice la autopsia correspondiente para determinar
fehacientemente las razones del deceso. Los investigadores sospechan que la
niña podría haber sufrido un abuso dado que encontraron signos de un posible
ataque sexual.
Al ser entrevistada por efectivos policiales, la madre de la
niña refirió que su hija estaba al cuidado de su padre antes de ser trasladada
al centro de salud. Según las fuentes consultadas, el hombre, de 33 años, y la
mujer, de 45, quedaron aprehendidos como sospechosos y hoy serán indagados por
la fiscal Rueda en la causa que se instruyó como homicidio agravado y abuso
sexual.
En el allanamiento realizado en el domicilio donde la niña
vivía junto a su familia se secuestró una funda de almohada con manchas
hemáticas, dos prendas íntimas de la menor y un cuaderno con dibujos. Se
dispuso además una prueba de luminol dentro de la vivienda. La fiscalía
requirió también que se practique un reconocimiento médico legal para la
hermana de la víctima, de 8 años.
Los investigadores establecieron que la madre había
denunciado a su pareja al menos una vez, el 23 de agosto de 2019, en la
comisaría de la Mujer y Familia de Hurlingham por violencia familiar. Intervino
entonces el Juzgado de Familia de Morón.




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