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En Cañuelas detectaron casos de triquinosis por el consumo de embutidos



Hay al menos 8 casos confirmados, otros 5 en observación, pero creen que serán más.


Según lo relevado, tres de los casos corresponden a miembros de una misma familia, otros cuatro son operarios de una fábrica del Parque Industrial y los restantes cinco empleados de una empresa eléctrica de Marcos Paz.


 Todos ellos consumieron embutidos adquiridos en dos locales de Cañuelas y elaborados -aparentemente- por una pequeña fábrica ubicada sobre la Ruta 3 cerca del límite con La Matanza que hasta el momento no fue inspeccionada.


La familia con tres integrantes enfermos está recibiendo atención en el Centro Municipal de Patología Regional Argentina, Zoopatología Médica y Medicina Tropical (CEMPRAMT) que funciona en el ámbito del Hospital Muñiz de la ciudad de Buenos Aires.


La infectóloga Marisa Fernández, integrante del CEMPRAMT, habló para contar la evolución que están teniendo los pacientes y las precauciones a tener en cuenta a la hora de consumir embutidos crudos.


“Los tres están bien porque fueron asistidos a tiempo y no llegaron a desarrollar cuadros graves. De todas maneras tienen que seguir bajo control durante un tiempo porque esta enfermedad altera mucho la calidad de vida, ellos siguen con cansancio y dolores musculares, algo que puede permanecer un tiempo más”.


Fernández precisó que los pacientes pueden superar la enfermedad sin consecuencias posteriores. “En general el parásito puede quedar enquistado o encapsulado sin generar nuevos síntomas. Pero el malestar y el cansancio puede prolongarse por un par de meses”.


La mujer de este grupo tuvo alteraciones en las enzimas musculares. Sobre ese punto la infectóloga indicó que “la triquinosis afecta mucho el músculo esquelético, los lugares más vascularizados, y eso puede generar un aumento de las enzimas. Si no se trata a tiempo puede producir miocarditis o neumonitis, eso va a depender de la carga parasitaria, de cuántas larvas hayan crecido y cuántas pasaron del tubo digestivo al sistema muscular del paciente”.


En ese sentido, la especialista destacó la importancia de ubicar rápidamente el establecimiento de donde proceden los cerdos y los embutidos que se han consumido. “De un chancho infectado puede salir kilos y kilos de alimento con el parásito, por eso hay que buscar la fuente”.


También destacó que cuando la elaboración se realiza de manera ordenada y dentro de los parámetros de la ley, los establecimientos elaboradores compran carne certificada, libre de triquinosis. “Los frigoríficos hacen lo que se llama la digestión enzimática o artificial del diafragma en la entraña del cerdo y con eso se determina si ese animal tiene o no el parásito”.


Fernández también destacó que tango la cocción como el frizado durante veinte días matan al parásito. “Está comprobado que un chorizo seco mantenido en frízer durante 20 días es de consumo seguro”, subrayó.


Por último advirtió que desde el Hospital Muñiz se dio aviso al sistema sanitario nacional el miércoles de la semana pasada sobre la existencia de estos casos, que son de “denuncia obligatoria”. 

A pesar del largo tiempo transcurrido, las autoridades locales, provinciales y del Senasa aún no determinaron cuál es el establecimiento elaborador ni el lugar de procedencia de la carne. Y se hicieron secuestros de embutidos en sólo dos locales comerciales cuando se sabe que el establecimiento elaborador tiene un amplio reparto.


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