Los estafadores están a la vanguardia de creatividad y de
opciones para generar nuevas víctimas diariamente. En los últimos días
generaron una nueva que ya suma algunos denunciantes en localidades como La
Plata y Dolores pero que se esparce rápidamente por toda la provincia de Buenos
Aires.
Hace semanas muchos debieron aceptar las nuevas condiciones
del mensajero más popular que tienen cargado en el teléfono: Whatsapp.
Basándose en eso, los atacantes se comunican a números al azar desde una línea en
la que se presentan como integrantes de la compañía del mensajero, se descargan
la versión escritorio del programa en una PC y le dicen a la víctima que le
llegará un mensaje de SMS con un código que contiene 4 números.
Explican que con esto se podrán cargar datos fehacientes
acerca del propietario en el sistema y no se perderá la cuenta. A los pocos
segundos el mensaje cae y piden que faciliten ese dato. Cuando el dueño del
número lo hace su mensajero se cierra y pierde la posibilidad de poder abrirlo
dado que ya lo han cargado en una PC.
Una vez dentro, los delincuentes comienzan a buscar
allegados y contactos entre los chateos y a todos les relatan acerca de un
problema urgente que ha surgido: Un accidente, una internación o la oportunidad
de hacer un negocio. Siempre mediante chateo le dicen a los contactos que
tienen una cierta cantidad de dólares a cambiar y que, como es urgente, los
venden a un valor muy bajo en el mercado.
Así captan víctimas a las que le facilitan números de cuenta
para poder hacer giros bancarios o directamente les piden que vayan con un
cogido QR hasta un Pago Fácil. Siempre la promesa es “dame el dinero ahora y en
unos días te llevo los dólares”. Al provenir del Whatsapp de una persona
conocida muchos han caído en esa trampa.
De mínima, el verdadero dueño de la cuenta demora 7 horas en
recuperarla siempre y cuando tenga conocimiento de lo que sucede. Ese es el
lapso que los estafadores tienen para recorrer gran parte de la agenda de la
cual se han apoderado.




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