Ni las denuncias, los escraches, los juicios y hasta las condenas, parecen amedrentar a los gitanos neuquinos que se dedican a las estafas con la compra y venta de vehículos.
En esta oportunidad, la víctima fue una familia de Buenos Aires, más precisamente de Merlo, zona oeste, quienes quisieron comprar una camioneta y realizaron diferentes transferencias por un monto total de 275 mil pesos.
“Quizás nunca recupere la plata, pero no me pienso quedar quieta. No se la van a llevar de arriba”.
Aseguró Mariana, la mujer víctima de la estafa.
A principios de febrero comenzó la negociación. Los compradores estaban buscando una camioneta y encontraron, a través de Facebook, una camioneta Ford Ranger, modelo 2005, que se ajustaba a sus expectativas. Así fue que entablaron diálogo con un tal Damián, con quien rápidamente se pusieron de acuerdo. Nunca sospecharon que se trataba de una estafa.
Les solicitaron una seña para reservar la camioneta. En ese momento realizaron una transferencia de 10 mil pesos. Después, para enviarles el título, la tarjeta verde y un 08 firmado, les exigieron una transferencia de 50 mil pesos, con la que también cumplieron.
El marido de Mariana se mostró dispuesto a viajar a Neuquén para que le den la camioneta, pero les dijeron que era imposible salir en el vehículo de la provincia sin haber hecho la transferencia. Pero el vendedor le dijo que le iban a llevar el vehículo hasta su casa en un camión, para lo que le solicitaron el depósito de más del 50% del total, una suma de 215 mil pesos que se sumaban a los 60 mil pesos ya transferidos.
Hasta ese momento no había ninguna sospecha de que se tratara de una estafa. Confiados, los compradores realizaron el depósito en una cuenta a nombre de una mujer de la comunidad gitana.
“No sospechamos nada. Cuando empezábamos a dudar, nos llamaba y nos hablaba, con explicaba. Todo el tiempo se comunicaba con nosotros”.
Contó la mujer.
La semana pasada recibieron una mala noticia. El desengaño estaba cada vez más cerca. El vendedor les dijo que el camión en el que transportaban su vehículo se había roto en Bahía Blanca. Les pidieron algo de dinero para arreglar el camión, pero el marido de Mariana decidió viajar hasta donde supuestamente se encontraba su camioneta. Pero al llegar a Bahía Blanca, el jueves último (18/02) no solo no había ningún camión averiado, sino que nunca más les contestaron el teléfono.
“Nos bloquearon del Whatsapp y no nos pudimos comunicar más”.
Señaló la víctima. Ahora sí, no había duda. Habían sido víctimas de una estada, y sus verdugos eran gitanos neuquinos.
En ese momento comenzaron a rastrear por redes sociales y portales de noticia hasta que, leyendo LM Neuquén, se encontraron con varios casos de estafas similares a los suyos y un apellido que se repetía, el mismo que figuraba en la cuenta bancaria a la que habían realizado las transferencias.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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