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PERROS POLÉMICOS: ¿Pitbull es una raza peligrosa?


“Compraron un pitbull por seguridad y mató a su nene”.

 “Un hombre denuncia que un pitbull atacó a su mascota y le causó lesiones”. 

“Un bebé santiagueño fue desfigurado por el pitbull de la familia”. 

Las noticias aumentan y la alarma se generaliza. Es que estamos hablando de un perro “potencialmente peligroso”, si nos guiamos por la Ley 4.078 que implementó el Gobierno porteño para regular la tenencia de estos animales. Entonces, ¿debemos preocuparnos si tenemos uno en casa?

“Es verdad es que el pitbull es una raza potencialmente peligrosa. Posee una carga genética de predisposición a la agresividad innegable e irrefutable”.

Alerta el doctor Ricardo Bruno, médico veterinario especialista en comportamiento animal. 

“¿Por qué se habla de tantos accidentes asociados a esta raza?”.

Le preguntó entre mujeres.

“No se debería hablar de accidente cuando el hecho es evitable. Lo que pasa es que nadie informa a la gente en general las características de la raza”.

Señaló.

“Un pitbull no es para que cualquier persona lo tenga como mascota. Debería ser para alguien que tenga experiencia en perros de ese tipo y que, también, pueda ofrecerle una serie de condiciones ambientales necesarias para el animal como, por ejemplo, mucha ejercitación y espacio para moverse”.

Detalló Bruno.

Del otro lado de la vereda

¿Potencialmente peligroso? No todos coinciden con esta clasificación y están los que suplican dejar de “estigmatizar a las razas”. 

“El pitbull no es una raza peligrosa, siempre y cuando se la maneje de la manera adecuada desde cachorro como cualquier otra”.

Opinaron Patricia Abdala, organizadora de la exposición Cachogos, y Antonio Mamani, dueño del criadero de pitbull Atuchaq Pit.

Ellos consideran que la clave no está en mirar al animal, sino en ver quiénes son los propietarios. 

“Hay mucha gente que cree que para tener un buen perro guardián es necesario maltratarlo, tenerlo siempre atado o acostumbrarlo a recibir golpes. Con esto lo único que se logra es potenciar la agresividad, malograr la conducta del animal y generar potenciales riesgos para su familia. En todos los lamentables casos en que perros agreden a humanos siempre hay un trasfondo de maltrato y de educación incorrecta. El animal primero es víctima y luego victimario”.

Agregaron Abdala y Mamani.

Vayamos a los inicios: todos los perros son iguales desde el punto de vista genético porque tienen el mismo número de cromosomas. Esto incluye desde un caniche toy hasta un gran danés. 

“Dicho esto, ningún perro es ‘peligroso’ per se, sino que depende de su herencia y de los estímulos (positivos o negativos) que reciba”.

Sostuvo el doctor Fernando Catrina, director del Centro de Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de Problemas de Comportamiento en Caninos y Felinos de la Ciudad de Córdoba.

"Lo más importante es el período sensible del desarrollo del animal, que son sus primeros cuatro meses de vida:  es cuando se adapta a los estímulos que recibe. El perro nace con su sistema nervioso inmaduro y va aumentando su capacidad sensorial a través de la maduración de sus órganos sensoriales, como el olfato, la visión y la audición”.

Explicó Catrina.

Claves para la buena convivencia

Los expertos consultados dan varios consejos para quienes tienen o les gustaría tener un pitbull en casa:

* La inclusión de un perro en la familia, en especial de aquellos pertenecientes a razas potencialmente peligrosas, debe ser un hecho meditado y no un simple acto compulsivo de compra. 

* Durante los primeros cuatro meses de vida hay que enfrentar al cachorro, en forma adecuada, a diferentes estímulos: perros, animales de otras especies, niños, ancianos, personas en silla de ruedas, etc. Así, será muy probable que reconozca como "normales" a esos estímulos una vez maduro.

* Por el contrario, si el cachorro se desarrolla en un ambiente con muy poco o nada de estímulos, lo más probable es que de adulto, cuando tenga que enfrentarse a esos estímulos, responda con miedo, ansiedad o en forma agresiva.

* Empezar con una sociabilización temprana y ser consciente de que es necesaria una buena educación, tal como sucede con nuestros hijos.

* Los perros son celosos guardianes de su jauría, que es lo que para ellos representa su familia. En ella tratarán de ocupar y encontrar, entonces, los mismos roles y jerarquías que en una jauría. Aquí entra en juego la correcta educación: es nuestra función asignarle a la mascota un adecuado rol dentro del núcleo familiar.




 



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