La patrulla hacía un recorrido preventivo y al verlo en actitud sospechosa se intentó pasar los datos del hombre por el sistema informático 911.
Pero, el involucrado se negó, se puso agresivo, debió ser reducido y llevado al hospital para la realización de un precario médico.
Ya en el centro asistencial, y al encontrarse en estado de ebriedad, le arrojó una botella a los uniformados.
La causa fue caratulada como atentado contra la autoridad.




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