Un intendente enojado con un control de alcoholemia: "Los gauchos que van a la jineteada no toman jugo"

Un control de alcoholemia realizado a la salida de una jineteada en Pueblo Santa María, partido de Coronel Suárez, desató una fuerte polémica que superó el ámbito local y reabrió el debate sobre la aplicación de la Ley de Alcohol Cero en eventos tradicionales del interior bonaerense.

El operativo tuvo lugar durante la tarde del fin de semana del 6 y 7 de diciembre, al finalizar una jineteada organizada por el Club El Progreso. El procedimiento, que alcanzó a cerca de 200 personas, habría sido dispuesto por la Comisaría 3ª de Pueblo San José y generó demoras, embotellamientos y un marcado malestar entre vecinos, asistentes y organizadores.

Tras las quejas, el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Moccero, participó de una reunión con instituciones locales y vecinos de la colonia, donde respaldó públicamente el enojo. “Comparto la reacción de la gente irritada”, afirmó, y calificó el control como “ridículo” por haberse realizado alrededor de las 7 de la tarde, en pleno desarrollo de un evento cultural.

En ese marco, Moccero cuestionó la forma en que se aplicó la normativa provincial y dejó una frase que encendió aún más la polémica: “Los gauchos obviamente no van a tomar Coca Cola ni jugo de naranja. Con una copita de vino ya les da positivo”.

El jefe comunal fue más allá y confirmó que solicitó a la Provincia la separación del cargo del teniente Martín Guevara, responsable de la Comisaría de Pueblo San José. “Me hice cargo en forma personal y le pedí al ministro la separación del cargo. La autoridad máxima del distrito soy yo, le guste a quien le guste”, sostuvo.

Además, Moccero planteó que los controles de alcoholemia deberían concentrarse en horarios más avanzados de la madrugada para prevenir accidentes sin interferir con fiestas tradicionales. “Las instrucciones son precisas: la alcoholemia se hace después de las 3.30 o 4 de la mañana”, remarcó.

Desde la organización del evento, el presidente del Club El Progreso, Gustavo Di Battista —exconcejal y exsecretario de Gobierno y Seguridad de Coronel Suárez— fue aún más duro y calificó el procedimiento como “una emboscada”.

“No deja de ser un papelón de las autoridades policiales”, expresó, y aseguró que la situación derivó en una reunión de las fuerzas vivas del lugar con la presencia del intendente. “Dicen que bajará a la Colonia a pedir disculpas y poner la cara”, agregó.

Di Battista explicó que el operativo no fue selectivo y que, en un tramo de unos tres kilómetros del trazado vecinal del pueblo, patrulleros policiales detuvieron a todos los vehículos. “Se formaron dos filas de autos y originó embotellamiento. Hicieron que la gente soplara la pipeta en lo que no fue un control policial, sino una emboscada”, afirmó.

Según detalló, durante aproximadamente una hora no se permitió avanzar a ningún vehículo, pese a que muchas personas debían desplazarse dentro de la colonia. “No fue en forma selectiva. Además, la pipeta ya estaba colocada en el aparato, no la sacabas del envase, y unas 200 personas que realizaron el test, todas dieron negativo”, señaló.

El presidente del club aclaró que no se oponen a los controles de alcoholemia. “Si vas a una jineteada, consumís alcohol y vas a estar al volante, debés hacerte cargo. Pero decimos que no es el procedimiento, ni la hora, ni el lugar. A dos cuadras tenés pavimento, iluminación, y se hace en forma selectiva, no a todos”, remarcó.

El malestar también se reflejó en redes sociales, donde asistentes —que abonaron entradas de hasta 30 mil pesos— y colaboradores del club cuestionaron la presencia de los alcoholímetros en la salida del predio.

Di Battista apuntó directamente contra la Comisaría Tercera de Pueblo San José, a cargo de la supervisión de las colonias, y sostuvo que la situación no pasó a mayores porque la gente se comportó correctamente. “Pedimos individualizar las causas y saber quién dio la orden del operativo. Está enmarcado en abuso de autoridad y confirma que hay cosas turbias en distintos eventos donde se ejerce presión para que antes de un evento alguien colabore con algo”, concluyó.

El episodio volvió a poner sobre la mesa un debate que atraviesa a distintos distritos bonaerenses: cómo aplicar los controles de alcoholemia y la Ley de Alcohol Cero sin desconocer las particularidades de las fiestas populares, tradiciones rurales y eventos culturales que forman parte de la identidad de muchas comunidades del interior.