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“La mató con 85 puñaladas y la Justicia dijo que no era imputable”: el femicidio de María Elvira Fabaro que conmociona a Vicente López


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La imagen es imposible de olvidar: María Elvira Fabaro, de 38 años, estaba muerta en el piso de su casa, brutalmente golpeada, con el rostro desfigurado y 85 puñaladas en el cuerpo, mientras su bebé de apenas siete días dormía en su cuna, a pocos metros del horror. La escena fue descubierta el 19 de enero de 2024 en Florida, Vicente López, y marcó para siempre a dos familias.


El acusado es su pareja y padre del recién nacido, Lucas Ezequiel Polito Gorosito, de 43 años. Llegó a juicio con una condena a prisión perpetua casi asegurada. Sin embargo, en un fallo que generó un impacto nacional, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de San Isidro lo declaró inimputable y ordenó su internación por 30 años en un hospital penitenciario psiquiátrico.


Lo absolvieron de responsabilidad penal y le dictaron una medida de seguridad por peligrosidad”, explicó el abogado de la familia, Sebastián Cuevas. La querella y la fiscalía apelaron el fallo, al considerar que Polito estaba lúcido al momento del crimen.


El padre de la víctima, Luis Fabaro, fue contundente: “No tuvo ningún brote. Cuando hay un brote psicótico la persona permanece alterada durante un tiempo prolongado. No fue su caso”. Además, reveló que esa misma noche Polito fue atendido en una guardia de salud mental y ni siquiera necesitó un sedante. “Solo recibió un calmante por el dolor de la mano… de tanto golpear a mi hija”, sostuvo.


El crimen ocurrió apenas una semana después del parto. El 12 de enero María Elvira había dado a luz a su primer hijo. El viernes 19 fue asesinada de manera salvaje. “No solo la golpeó: la apuñaló 85 veces con una tijera”, relató su papá.


Según la investigación, tras el ataque Polito permaneció más de una hora y media solo con el cuerpo, tiempo en el que alteró la escena del crimen. “Colocó la tijera en la mano de mi hija para simular un suicidio y destruyó su celular para borrar pruebas”, denunció Fabaro.


Luego utilizó el teléfono de María Elvira para llamar a su jefa y confesar: “La maté”. También llamó a su propio padre, quien llegó a la vivienda y esperó con él a que llegara la policía.


Durante el juicio se confirmaron datos estremecedores: la autopsia reveló hundimiento de cráneo, rostro desfigurado y decenas de heridas. Un perito certificó que la tijera fue colocada después del ataque. También quedó descartado que la mujer haya intentado dañar al bebé, que estuvo 48 horas en observación y se encontraba en perfecto estado de salud.



Inicialmente Polito intentó desligarse del hecho asegurando que su pareja había querido matar al hijo y luego se suicidó. Más tarde dijo que no recordaba nada. Con el paso de los días comenzó a simular un cuadro psiquiátrico para evitar la condena.


Pese a que los jueces reconocieron que él fue el autor del femicidio, consideraron que padece esquizofrenia paranoide crónica y que no podía comprender la criminalidad de sus actos. “La peligrosidad en su persona está latente”, señalaron en el fallo para justificar la medida de seguridad por 30 años.


La resolución desató una fuerte reacción de la familia. “Tuvo tiempo de manipular la escena, de hacer llamadas, de simular un suicidio… todo eso demuestra que estaba consciente”, remarcó el abogado Cuevas.


Luis Fabaro también cuestionó que los jueces se basaran en informes psicológicos hechos meses después del crimen. “Nosotros esperábamos una pena ejemplar. No queremos que exista ninguna posibilidad de que recupere la libertad”, dijo.


El hijo de la pareja hoy tiene un año y once meses y vive con sus abuelos maternos desde los nueve días de vida. “Yo tengo 74 años y mi esposa 72. Somos grandes, pero lo más importante es que el nene crezca con cariño y amor”, expresó su abuelo.


La familia paterna del niño nunca volvió a comunicarse. “A Polito no queremos verlo nunca más en nuestra vida. Es terrible lo que nos hizo”, concluyó Fabaro.


En redes sociales, los familiares fueron categóricos:
Elvira fue víctima de un hombre violento y manipulador. Esta sentencia demuestra un sistema judicial que avala femicidas y desprotege a las víctimas”.


Mientras Casación deberá revisar ahora el fallo, el pedido es uno solo: Justicia por María Elvira Fabaro.


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