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Arsénico en el agua: uno de cada tres argentinos lo consume a diario en su casa


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Un estudio reciente reveló que más de 17 millones de personas en Argentina están expuestas de manera constante a beber agua con niveles de arsénico que superan los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La investigación, realizada por el Programa de Medio Ambiente de la Universidad Nacional de Rosario, encendió las alarmas al mostrar la magnitud del problema y su impacto, principalmente en la provincia de Buenos Aires.


El trabajo determinó que al menos 12 provincias del país tienen presencia de arsénico en el agua potable, pero el caso bonaerense es uno de los más críticos: en numerosas localidades los niveles superan ampliamente el límite seguro de 0,01 miligramo por litro establecido por la OMS.


El arsénico es un metaloide altamente tóxico que puede llegar al agua a través de fuentes naturales, como la erosión de rocas, o por actividades humanas como la agricultura y la minería. Su ingesta prolongada puede provocar severos problemas de salud: lesiones cutáneas, enfermedades cardiovasculares, complicaciones reproductivas y un riesgo elevado de desarrollar distintos tipos de cáncer.


Frente a este panorama, el Consejo Profesional de Química de la Provincia de Buenos Aires se declaró en “estado de alerta”. Carlos Colángelo, presidente de la entidad, expresó: “Aunque se viene registrando desde hace tiempo la presencia de arsénico en el agua para consumo de muchas localidades bonaerenses, esta investigación pone en evidencia la impunidad y la negligencia general con la cual se presta un servicio esencial a la ciudadanía”.


El especialista cuestionó la falta de controles adecuados: “Esta realidad no pudo ni puede ser desconocida por las empresas prestatarias ni por las autoridades de gestión sanitaria y ambiental. Resulta inconcebible que no se realicen los análisis correspondientes ni los tratamientos adecuados a cargo de personal químico matriculado para revertir los altos niveles de arsénico en el agua de consumo humano”.


El Consejo reclamó que se informe con transparencia a la población sobre la calidad del suministro y exigió medidas urgentes: “Resulta imprescindible que la población tenga acceso a la información veraz sobre la calidad del suministro que consume, y que al mismo tiempo se arbitren medidas reparatorias de manera urgente”, sostuvo Colángelo.


En la misma línea, el organismo convocó a articular un plan conjunto entre el sector público y privado que garantice acceso pleno y seguro al agua potable. La Suprema Corte bonaerense también intervino recientemente en el tema: dejó firme un fallo que obliga a Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) a proveer agua con menos de 10 µg/L de arsénico, en concordancia con lo exigido por el Código Alimentario Argentino.


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GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo