Un accidente vial se registró en la mañana del domingo sobre
la Ruta Provincial 130, a la altura de Liebig, en Entre Ríos.
El siniestro dejó dos personas heridas y un episodio tan
insólito como indignante: un automovilista se detuvo en el lugar, pero no para
ayudar, sino para llevarse el cuerpo del ciervo que había sido atropellado.
El hecho ocurrió cuando un Mercedes Benz C220, que circulaba
en sentido este-oeste, impactó contra un ciervo que se cruzó sorpresivamente en
la calzada. El conductor, un hombre de 76 años, relató que perdió el control
del vehículo tras el golpe, lo que provocó el despiste y posterior vuelco en
una banquina al costado de la ruta, en un campo lindero.
Tanto el conductor como su acompañante fueron asistidos en
el lugar por personal policial y emergencias médicas, y luego trasladados al
Hospital San Roque de Villa Elisa. Las lesiones de ambos fueron leves, según
confirmaron fuentes sanitarias.
El vehículo, por su parte, quedó severamente dañado, y si
bien el tránsito en la zona no se interrumpió por completo, se mantuvo la
señalización preventiva durante las tareas de auxilio y limpieza.
Un automovilista se llevó el ciervo en lugar de ayudar
La escena posterior al vuelco dejó perplejos a los
presentes. Mientras algunos testigos se acercaban a colaborar y alertar a los
servicios de emergencia, otro conductor que se detuvo eligió no ayudar a los
heridos ni llamar a nadie: se llevó el cuerpo del ciervo atropellado.
Uno de los testigos, Manuel Giménez, oriundo de Villa Elisa,
expresó su indignación en redes sociales: “Así estamos como sociedad, en vez de
ayudar y llamar a los bomberos en un accidente donde un auto choca un ciervo,
el señor se preocupó por juntar y llevarse el ciervo”.
Las autoridades no brindaron detalles sobre la identidad del
automovilista que se llevó al animal ni si se labró algún tipo de acta por ese
accionar. El hecho generó repudio e incredulidad entre los vecinos que pasaron
por el lugar.




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