El corte masivo del suministro de gas que afecta a Mar del Plata expuso con crudeza una crisis energética que no tiene origen en la falta de producción, sino en la ausencia de infraestructura y en decisiones políticas recientes.
Argentina cuenta con reservas comprobadas en Vaca Muerta que garantizan más de tres décadas de autoabastecimiento energético. Sin embargo, la paralización de obras clave y la falta de inversión para completar proyectos estratégicos derivaron en una situación sin precedentes: miles de marplatenses quedaron sin gas en plena ola polar.
Uno de los principales factores que explica esta crisis es la interrupción de la construcción de plantas compresoras necesarias para ampliar la capacidad del Gasoducto Néstor Kirchner, así como la demora en la ejecución de la reversión del Gasoducto Norte. Estas obras permitirían transportar mayor volumen de gas desde la Patagonia hacia el centro y norte del país, y evitar la necesidad de importar gas a precios mucho más elevados.
Durante la gestión anterior, las plantas compresoras tenían un 80% de avance y requerían una inversión de unos 50 millones de dólares para su finalización. La decisión del actual gobierno de frenar estos trabajos derivará, según estimaciones, en la compra de gas licuado por más de 500 millones de dólares, que además se paga en moneda extranjera.
Pese a los anuncios del Ejecutivo de reactivar la reversión del Gasoducto Norte, las tareas avanzan a paso lento. Ese proyecto contempla el tendido de 123 kilómetros de caños entre Tío Pujio y La Carlota, la ampliación de otros 62 kilómetros, y la modificación del sentido del flujo en plantas compresoras ubicadas en Córdoba, Santiago del Estero y Salta.
El gobierno nacional sostiene un modelo de obra pública basado en el financiamiento privado, pero las principales constructoras del sector energético se niegan a asumir esos proyectos sin respaldo estatal. Así, mientras el potencial exportador de Vaca Muerta permanece desaprovechado, el país se ve obligado a importar energía cara y a enfrentar situaciones críticas como la actual.
Impacto en Mar del Plata: clases suspendidas, comercios cerrados y un corte sin precedentes
Este jueves, miles de usuarios de Mar del Plata amanecieron sin gas en sus hogares, en lo que ya se describe como una jornada histórica. La baja presión en los gasoductos, generada por el consumo récord ante las temperaturas extremas, hizo que se trabaran los reguladores domiciliarios y se interrumpiera el suministro.
A diferencia de un corte de luz, la recuperación del servicio será mucho más lenta: Camuzzi deberá revisar y reconectar medidor por medidor, una tarea que podría llevar varios días debido a la limitada cantidad de operarios.
Por precaución, se suspendieron las clases en todos los niveles. Además, numerosos comercios cerraron sus puertas, entre ellos restaurantes, rotiserías y centros asistenciales. También hubo reportes de cortes en geriátricos y otros espacios sensibles.
Desde Camuzzi, el director Rodrigo Espinosa advirtió que los usuarios no deben intentar reconectar el servicio por su cuenta y reiteró la importancia de reportar el corte al 0810 666 0810, aunque muchos vecinos denunciaron que la línea se encuentra colapsada.
La empresa informó que ya recibió más de 140 reclamos, aunque se estima que los damnificados son muchos más. El restablecimiento del servicio dependerá de la capacidad operativa de las cuadrillas para realizar el chequeo y reconexión en cada domicilio.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del Gas de Mar del Plata, Ezequiel Serra, también calificó lo ocurrido como un hecho histórico y señaló que el sistema “está al límite” tanto por la presión de la red como por el escaso personal disponible.
En barrios como Bosque Peralta Ramos, Acantilados, Playa Grande, Parque Luro, Las Heras, Alto Camet y Lomas del Golf, entre otros, los usuarios continúan sin servicio. A las 6 de la mañana se registró una temperatura de -5,6°C con una sensación térmica de -9,7°C, la más baja del año.
El episodio deja expuesta la vulnerabilidad de un sistema que, pese a tener los recursos naturales, se ve limitado por decisiones políticas y falta de planificación estructural.




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