Julieta Silva sumó una nueva imputación que la llevó de
vuelta a la cárcel de San Rafael. La mujer, que fue condenada a tres años y
nueve meses por asesinar a su exnovio en 2017, fue acusada nuevamente en la
Justicia. En este caso, la hija de su pareja la denunció por amenazas.
Tras cumplir la pena, la mujer rehízo su vida y se casó. Sin
embargo, la semana pasada su actual marido, con quien tiene una hija de un año,
la denunció por maltrato. Por esta nueva denuncia, Silva cumplía con prisión
domiciliaria desde el jueves pasado, pero este lunes el fiscal de feria ordenó
que sea detenida y trasladada a un penal.
La denuncia fue radicada el pasado 17 de julio ante el
Ministro Público Fiscal de Mendoza, cuando oficiales se dirigieron hasta la
casa del matrimonio y constataron que el hombre presentaba signos de agresión
física.
Silva quedó bajo arresto domiciliario con tobillera
electrónica por ser madre de una beba de un año. En tanto, en los últimos
horas, perdió ese beneficio al ser imputada por el delito de “desobediencia y
amenazas”, ya que habría incumplido una prohibición de acercamiento que había
sido impuesta por el Juzgado de Familia provincial respecto a la hija de su ex,
Lucas Giménez, según indicaron fuentes judiciales.
“En vistas de todo lo expuesto, se ha decidido que la
imputada sea enviada al penal, atento que podría estar influenciando en las
declaraciones del denunciante y que ha violado las reglas de conducta”,
explicaron desde el MPF en un comunicado.
Asimismo, informaron que se dio intervención a los
profesionales del Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) “a los fines de poner
en marcha todas las medidas de protección necesarias para resguardar la
integridad” de la hija. En este contexto, la Justicia ordenó que la nena quede
a cargo de su abuela materna.
Silva fue condenada por la muerte de Genaro Fortunato
Genaro Fortunato murió el 9 de septiembre de 2017 a la
salida del boliche “La Mona” de San Rafael, en Mendoza. Durante esa madrugada,
había discutido con Silva, quien en ese momento era su pareja. Al salir del
lugar, ella se subió a su auto y él intentó impedir que se fuera.
Según el testimonio de un cuidacoches, el joven se puso
delante del vehículo e intentó detenerla, pero la mujer arrancó el auto y
atropelló a su novio. Luego de atropellarlo, dio un giro en U y volvió a
pasarle por encima, cuando el joven ya estaba tendido en el piso.
Silva aseguró en su declaración no haberlo visto a Fortunato
porque el lugar estaba “muy oscuro, llovía y no tenía puestos sus anteojos”. En
ese sentido, ante el juez afirmó: “Tuve la sensación de que había pisado un
pozo y seguí”.
Por último, en septiembre de 2018, Silva fue condenada a
tres años y 9 meses de prisión por el asesinato de Fortunato. Para el Tribunal,
la mujer atropelló al joven, pero lo hizo sin intención de matarlo.




Redes