Todo comenzó en la plaza Lavalle, frente al Palacio de
Tribunales. Era la tarde de uno de los últimos días de abril pasado cuando un
joven que vivía en situación de calle conversaba con un hombre que pasaba por
el lugar. A poco de comenzada la charla, llegó la oferta de trabajo. Hubo
intercambios de números telefónicos y un acuerdo para que la entrevista laboral
se hiciera en un departamento situado a pocas cuadras, en el barrio porteño de
San Nicolás.
La entrevista laboral iba a estar a cargo de un abogado
amigo del hombre que había hecho la oferta laboral y que se presentaba como
“terapeuta holístico”. Pero todo era una trampa. El joven iba a terminar
abusado.
Así se desprende de una investigación judicial a cargo de la
fiscal nacional en lo criminal y correccional Mónica Cuñarro, que en las
últimas horas derivó en la detención del sospechoso por parte de personal de la
Policía de la Ciudad.
La cita que habría terminado en un abuso sexual fue en un
departamento del tercer piso de un edificio situado en Montevideo al 200, donde
vivía el supuesto “terapeuta holístico”, identificado por fuentes del caso como
Víctor Hugo L., de 52 años.
Cuando el joven ya estaba en el interior del departamento,
Víctor Hugo L. le propuso que se bañara para estar más presentable para la
entrevista. Primero el muchacho dijo que no hacía falta, pero ante la
insistencia, accedió.
“Luego de ello, el imputado lo invitó con distintas bebidas.
El joven solo accedió a tomar mate. Luego se quedó dormido e inconsciente. Al
despertarse, aproximadamente a las 8.30 del día siguiente, y al advertir el
tiempo transcurrido, se retiró del domicilio. Tenía dolores en todo su cuerpo,
tambaleaba y veía imágenes dobles”, según se desprende del dictamen de la
fiscal Cuñarro donde solicitó la detención del sospechoso.
Durante casi tres semanas, la víctima no pudo dormir. Cuando
se sentaba, en medio de la noche, por el insomnio, el dolor corporal era difícil
de aguantar. “Entendió [la víctima] que, en el transcurso de las horas durante
las cuales perdió la conciencia, fue abusado sexualmente”, según el citado
dictamen.
La investigación, de la que participó la División Delitos Contra
la Salud y Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad, comenzó tras la
denuncia del joven en situación de calle. La víctima aportó su teléfono
celular, que terminó siendo clave para poder reconstruir el historial de
comunicaciones con el sospechoso.
En el expediente interviene la jueza nacional en lo criminal
y correccional Laura Bruniard.
“Los dichos del damnificado se ven reforzados por el
testimonio de un ocasional compañero de trabajo [en una pizzería como bachero],
quien fue contundente en cuanto al estado de salud que detentaba al momento en
que arribó al local. En particular, recordó que parecía encontrarse bajo los
efectos de alguna sustancia, lo que lo llevó a creer que había sido víctima de
un abuso o de una extracción compulsiva de algún órgano [sic]. No obstante
ello, la víctima le relató lo que había sufrido y le relató algunos pormenores
de lo sucedido. Asimismo, aportó capturas de pantalla y remitió los audios que
el nombrado oportunamente le envió”, explicó la fiscal al fundamentar el pedido
de detención y allanamiento del departamento del sospechoso.
De las tareas investigativas que hicieron los detectives de
la Policía de la Ciudad que intervinieron en el caso se determinó que ante sus
vecinos, Víctor Hugo L. se presentaba como médico.
“Recibe muchas visitas de hombres de todas las edades y de
diferentes entornos sociales, algunos de ellos que darían miedo por sus
aspectos”, fue el resumen que hizo la fuerza de seguridad sobre lo que
relataron los vecinos del imputado.
El caso del joven en situación de calle no habría sido el
único.
“Se constató que el sospechoso había sido acusado de hechos
similares bajo el mismo modus operandi en noviembre de 2024, cuando captó a un
joven de 26 años que trabajaba de delivery, a quien le ofreció hacerle fotos de
modelaje y quien luego sufrió las mismas consecuencias [por un abuso
sexual", informaron fuentes policiales.
Además, en 2022, habría ocurrido un caso similar. La víctima
habría sido un ciudadano brasileño.
“Si bien nos encontramos en los albores de la investigación,
entiendo que se reúnen los requisitos objetivos requeridos en toda medida
cautelar, como es la prisión preventiva. En efecto, puede afirmarse que se
cuenta con la certeza que requiere este estadio procesal, para afirmar tanto la
materialidad del hecho, como la participación del imputado en él, lo que
implica una verosimilitud en el derecho. Por otro lado, ante el peligro de
elución, su cumple también con el peligro en la demora, ya que de atravesar el
proceso en libertad, muy probablemente al ser requerido, no será hallado”; sostuvo
la fiscal Cuñarro en el citado dictamen.




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