Cristina Kirchner tenía planeado reunirse con senadores este
martes por la mañana pero la convocatoria se amplió desde que la Corte Suprema
de Justicia confirmó el encuentro de los magistrados para este martes a las 16
para definir sobre Vialidad.
De urgencia, la expresidenta convocó a todo el Partido
Justicialista (PJ) a la sede de Matheu. “Se van sumando”, aseguraban desde la presidencia partidaria pasado el mediodía.
En el marco del estado de “alerta y movilización”, un
encuentro gremial que se iba a realizar en la sede de Smata a las 16 para definir
si los sindicatos afines al kirchnerismo avanzaban con un paro nacional se
trasladó también al local del PJ.
Cada vez más segura de que la Corte Suprema de Justicia
fallará en su contra en la causa Vialidad debido a los últimos comentarios
públicos sobre cómo podría moverse el máximo tribunal, la expresidenta activó
al máximo su vida política. Ayer se definió como una “fusilada que vive” e
ironizó con un “dale, meteme presa”.
Según contaron fuentes del kirchnerismo, el jefe
de los senadores de UP, José Mayans, le pidió a la expresidenta la reunión con
legisladores el jueves pasado para debatir la agenda parlamentaria, pero el
encuentro tomó mayor importancia en este contexto, con la posibilidad de que
Cristina Kirchner vaya presa como algo que barajan hasta los propios.
Siempre ligado a la expresidenta, Mayans acercó alrededor de
30 senadores a su jefa política para un encuentro privado ya en curso donde la
expresidenta también tenía pensado debatir algunos temas en tratamiento en el
Senado. Justo en la Cámara alta -la que tiene influencia sobre el Poder
Judicial- está en discusión la ampliación de la Corte Suprema de Justicia y
llegó de Diputados el aumento para jubilados.
“Es una reunión en apoyo a la situación de Cristina. El
bloque siempre estuvo a disposición y denunció la persecución”, aseguraron a
este medio fuentes del kirchnerismo, antes del evento, convencidas de que la
causa Vialidad, en la que la expresidenta ya tiene una doble condena, está
“llena de falencias y de irregularidades manifiestas”.
Esa primera reunión comenzó a ampliarse debido a que
mientras la expresidenta se trasladaba hasta ahí se confirmó la decisión de los
cortesanos Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti de juntarse
a las 16, por lo que aumentaron las especulaciones sobre una posible definición
judicial.
En el entorno de la exmandataria la intención a esta altura
era que los jueces del máximo tribunal no hicieran un tratamiento exprés y
decidieran al menos abrir el expediente para -según su visión- notar esos
traspiés y “parcialidades” que ellos denuncian (lo que además llevaría más
tiempo y tal vez habilitaría la candidatura suya en la provincia de Buenos
Aires, que ya anunció).
Esta mañana veían con buenos ojos que las distintas vertientes del peronismo la hayan acompañado el lunes.
Pese a las fricciones que hasta último momento quedaron
manifiestas con Axel Kicillof, el gobernador (aunque se decidió tarde) estuvo
sentado en la primera fila del acto. Confirmó su participación a último momento
y arribó con una comitiva de ministros e intendentes que a Cristina Kirchner le
son esquivos. Sin embargo, bien cerca de la exmandataria destacaban la actitud.
“Fue altamente positivo que estuviera, híper importante”, decían.
Además, en el kirchnerismo dejan trascender desde la semana
pasada que la interna se terminó cuando la expresidenta y el gobernador se
juntaron. En el kicillofismo no están tan seguros de eso.
Otros dirigentes que también confluyeron en Matheu
sintetizaron: “A Axel no le quedaba otra, no podía no manifestar su
solidaridad”.
En medio del “manoseo de la institucionalidad” que analizan
en el Instituto Patria por la cantidad de trascendidos que llegan desde el
máximo tribunal sobre lo que podría pasar con la situación judicial de la expresidenta,
se activaron asimismo los contactos en la región, sobre todo en Brasil, que ya
vivió la experiencia de Luis Inácio Lula da Silva: condenado por corrupción,
luego liberado por irregularidades en el proceso y finalmente electo presidente
otra vez. Uno de los que está en ese tema es el intendente de Merlo, Gustavo
“Tano” Menéndez, a quien Cristina Kirchner designó para oficiar como el
encargado de las relaciones exteriores del partido.
Dispuestos a ir a instancias internacionales si la Corte
confirma la condena, en el kirchnerismo lamentan que esos procesos sean lentos.




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