En las últimas 24 horas Madariaga fue sacudida por una alarmante seguidilla de estafas informáticas, todas con características similares y un resultado común: víctimas engañadas, préstamos tomados a su nombre sin consentimiento y el vaciamiento total de sus cuentas bancarias.
Los delincuentes actuaron con precisión y astucia, haciéndose pasar por representantes del “Área de Seguridad de Mercado Libre”. A través de llamadas por WhatsApp, manipularon emocionalmente a las víctimas, las llevaron a entregar el control de sus dispositivos o cuentas y lograron sustraer montos que, en conjunto, superan los 8 millones de pesos.
Caso 1: préstamo de $2 millones y transferencia bajo engaño
Una jubilada de 69 años, residente en calle Alberti al 600, recibió una llamada de un número con característica 351. Del otro lado, alguien que se presentó como operador de seguridad de Mercado Libre le advirtió que estaban intentando realizar una compra sospechosa a su nombre.
Con la excusa de “proteger su cuenta”, le pidieron compartir pantalla y acceder a su home banking del Banco Nación. Una vez allí, la instruyeron para que solicitara un préstamo por $2.000.000, el cual terminó transfiriendo, bajo engaño, a una cuenta del Banco Patagonia. Luego intentaron que hiciera otra transferencia a través de un alias, pero en ese momento su hija ingresó a la habitación, escuchó la conversación y logró cortar la comunicación antes de que se concretara una nueva operación.
Caso 2: préstamos por más de $3.5 millones y vaciamiento total de cuentas
En otro domicilio, esta vez en calle Alem, una mujer de 50 años fue víctima de una estafa aún más compleja. La llamada también provino de un número con característica 351. Con el mismo argumento de “proteger sus datos”, la convencieron de descargar dos aplicaciones con las que dominaron su telefono celular.
A partir de allí, lograron solicitar un préstamo de $1.600.000 desde su cuenta de Mercado Pago, y otro de $1.999.000 desde su cuenta del Banco Galicia. Luego, redirigieron esos fondos a su cuenta de Personal Pay, desde donde fueron transferidos a cuentas de terceros, aún bajo investigación.
Además de los préstamos, le vaciaron completamente sus fondos personales: $289.000 que tenía en Personal Pay, $39.638 en Mercado Pago y $30.000 en Cuenta DNI. Todo fue redirigido a su cuenta de Mercado Pay y posteriormente transferido a distintos destinatarios. En total, se estima un perjuicio de más de $5.957.638.
Caso 3: estafa por $717.000 con redirección a múltiples cuentas
El tercer caso ocurrió en calle Mitre. Una docente de 46 años fue contactada también a través de WhatsApp, en este caso desde un número con característica 3548. Le dijeron que estaban queriendo sacar un préstamo a su nombre, y la convencieron de ingresar unos códigos que aparecían en su pantalla.
Poco después, descubrió que le habían sacado un préstamo por $500.000, el cual fue transferido a una cuenta con nombre y correo electrónico identificado. Además, tenía $107.021 en Mercado Pago y $110.000 en Cuenta DNI, fondos que fueron redirigidos a su cuenta de Naranja X y luego transferidos a dos cuentas distintas de personas aún no vinculadas formalmente a la causa.
El monto total sustraído en este caso fue de aproximadamente $717.021.
Un patrón que se repite: tecnología, confianza y manipulación emocional
Todos los casos comparten elementos comunes: la falsa identidad de los estafadores como empleados de seguridad de Mercado Libre, el uso de WhatsApp para contactar a las víctimas, el pedido de acciones urgentes que generaban presión psicológica y el control remoto o indirecto de los dispositivos. En ningún caso se trató de accesos forzados o hackeos, sino de manipulaciones cuidadosamente diseñadas para que las víctimas entreguen voluntariamente los datos.
Advertencia a la comunidad
Desde las fuerzas de seguridad y la fiscalía se reitera que ninguna entidad bancaria o comercial solicita compartir pantalla, descargar aplicaciones desconocidas o brindar claves por teléfono. Ante cualquier intento de este tipo, se recomienda cortar la llamada inmediatamente y comunicarse directamente con el banco o plataforma implicada mediante los canales oficiales.




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