Un hecho sin precedentes hoy preocupa a toda la comunidad
educativa de la Escuela N°16 del Paraje Santa Yola de Ruta 74 kilómetro 18. Es
que el ingreso al establecimiento se comparte con una vecina que no está dispuesta,
desde hace tiempo, a permitir que pasen las maestras, alumnos y proveedores.
Una situación de tensión se vivió este lunes por la mañana
cuando la directora del establecimiento, que alberga a alumnos de entre 2 y 11
años, denunció ante la policía un hecho de violencia que generó preocupación y
temor.
La señalada vive a unos 200 metros de la escuela y comparte tranquera,
candado y llave. Según supo CNM la mujer entró a la escuela alrededor de las
07:30 exigiendo a las auxiliares la entrega de una copia de llave para un
familiar.
En ese momento se encontraba presente la presidenta del
Consejo Escolar, María Alsina, quien intentó dialogar con la vecina para calmar
la situación. Sin embargo, la mujer se alteró, alzó la voz y comenzó a llorar,
provocando una situación de tensión que afectó a las docentes y a los alumnos
que ya se encontraban en el lugar listos para entrar.
Con el objetivo de resguardar la tranquilidad del alumnado,
los docentes decidieron resguardar a los chicos en las aulas. Luego de varios
minutos, la involucrada accedió a retirarse, aunque lo hizo llevándose una cadena
y un candado que pertenecen al establecimiento.
Un ritual sospechoso
Pero el episodio no terminó ahí. Aproximadamente a las
10:00, la vecina volvió a merodear los alrededores de la escuela. Lo hizo en su
vehículo, acelerando bruscamente, descendiendo en algunos puntos y subiendo el
volumen del estéreo, desde donde se escuchaba música con tambores, lo que fue
interpretado por los presentes como algún tipo de ritual, brujería o ceremonia.
Esta conducta generó temor entre el personal, especialmente
cuando un alumno de 10 años, diagnosticado con TEA (Trastorno del Espectro
Autista), entró en crisis al ver a la mujer. Su acompañante terapéutica debió
calmarlo y contactar a su padre para que lo retire.
Ante la gravedad de la situación, la presidenta del Consejo
Escolar solicitó la presencia de la policía, acudiendo personal del Comando de
Prevención Rural de General Madariaga.
Según consta en la denuncia, no es la primera vez que
ocurren incidentes con esta vecina. Incluso se registraron antecedentes de
conflictos con padres de alumnos y con personal auxiliar. Uno de los casos
llevó a modificar el horario de una trabajadora para evitar que coincidieran en
el cierre de la tranquera.
Debido a la reiteración de estos episodios, la directora
solicitó un botón antipánico para resguardar su seguridad y la del equipo que
trabaja en la institución.




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