La noticia de la muerte del Papa Francisco conmovió al mundo entero. Pero en el corazón del barrio de Boedo, el dolor tuvo una raíz especial.
San Lorenzo, el club de sus amores, despidió con palabras
llenas de afecto y gratitud a quien siempre consideró uno de los suyos.
“Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros”, comienza
el comunicado oficial del club. Jorge Mario Bergoglio, Socio N°88235, no solo
fue el primer papa argentino y latinoamericano, sino también un cuervo
incondicional. Desde su infancia, cuando asistía al Viejo Gasómetro para ver al
legendario equipo del '46, hasta sus días como Sumo Pontífice, su pasión por
San Lorenzo nunca se desdibujó.
El amor de Francisco por el Ciclón trascendió lo simbólico.
Lo demostró cuando confirmó a Ángel Correa en la capilla de la Ciudad
Deportiva, o cuando, ya como Papa, recibía con una sonrisa emocionada a delegaciones
azulgranas en el Vaticano. Cada encuentro, cada gesto, reafirmaba ese lazo
irrompible.
“Cuervo de niño y de hombre... Cuervo como sacerdote y
Cardenal... Cuervo también como Papa...”, recordó San Lorenzo, destacando cómo
el fútbol y la fe convivieron de manera natural en la vida de Francisco. El
club también le agradeció por llevar los colores azulgranas al mundo, por
representar con humildad, convicción y pasión los valores que comparten la
institución y el hincha.
“Adiós, gracias y hasta siempre”, cierra el comunicado con
un mensaje que trasciende lo terrenal: “¡Estaremos juntos por la eternidad!”
San Lorenzo despide así a su hincha más ilustre, sabiendo
que, desde donde esté, habrá alguien alentando con el corazón cuervo intacto.




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