El Papa Francisco se encuentra internado desde el viernes por una “infección polimicrobiana del tracto respiratorio”, según se informó desde el Vaticano.
Este tipo de infección ocurre cuando varios tipos de
microorganismos, que pueden ser bacterias, virus u hongos, infectan
simultáneamente una parte del cuerpo. En el caso del tracto respiratorio, estas
infecciones pueden afectar los pulmones, los bronquios o la tráquea,
dificultando la respiración y aumentando el riesgo de complicaciones.
A diferencia de una infección común causada por un solo
patógeno, en una infección polimicrobiana diferentes microorganismos pueden
interactuar, haciendo que la enfermedad sea más grave o resistente al
tratamiento.
El jefe de Neumología de Hospital San Agustín de Avilés de
España, Manuel Ángel Martínez, explicó que esta afección esté probablemente,
producida "por algo más de un germen” al señalar que “polimicrobiano
significa poli, muchos, varios gérmenes". Dijo que hay una serie de
bacterias que pueden afectar y que no es lo mismo la respuesta inmunitaria de
una persona joven a alguien de más edad, como podría ser el caso del Sumo
Pontífice.
El especialista dijo que no deja de ser una infección
"importante", más todavía en las circunstancias del Papa. Tras
conocer el diagnóstico, el equipo médico cambió el tratamiento de Francisco
que, según el doctor Martínez, podría tardar entre 8 y 12 días en hacer efecto
ya que “es el tiempo habitual para una persona con las circunstancias de su
Santidad y una infección como la que describe el parte médico".
Según diversos expertos, el diagnóstico de una infección
polimicrobiana se realiza a través de pruebas de laboratorio que detectan la
presencia de varios microorganismos en el organismo y las mismas incluyen
cultivos de sangre, esputo, orina o tejidos afectados, así como análisis
moleculares y serológicos.
Tratamiento y factores de riesgo
El tratamiento de esta dolencia es complicado y suele requerir
una combinación de antibióticos, antivirales, antifúngicos u otros medicamentos
específicos, dependiendo de los agentes patógenos identificados, mientras que
la hospitalización es algo necesario en estos casos, ya que el monitoreo
constante y la administración de medicamentos intravenosos son fundamentales
para asegurar la recuperación del paciente.
Entre los factores que hacen que esta infección sea más
preocupante para Francisco se encuentran que tiene una edad avanzada (88 años)
y esto debilita la respuesta inmunitaria. Además, influye el historial de
enfermedades respiratorias, incluyendo bronquitis y neumonía previas, y mayor
riesgo de complicaciones, como insuficiencia respiratoria o sepsis.
Todos esos factores podrían hacer que la recuperación del
Sumo Pontífice, quien está internado desde el pasado viernes, sea más lenta y
requerir una supervisión médica estricta, mientras que su equipo médico está
tomando todas las medidas necesarias para estabilizar su salud.
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