El Vaticano publicó una actualización sobre la salud del papa Francisco en la tarde del martes, informando que el pontífice tiene “neumonía bilateral”.
En un comunicado, el Vaticano dijo que el estado clínico del
Papa, de 88 años, se considera “complejo”, pero se mantiene de buen humor.
“La tomografía computarizada de tórax a la que se sometió
esta tarde el Santo Padre, prescrita por el equipo sanitario vaticano y por el
equipo médico de la Fundación Policlínico ‘A. Gemelli’, demostró la aparición
de neumonía bilateral que requiere terapia farmacológica adicional”.
“La infección polimicrobiana, ocurrida en un contexto de
bronquiectasia y bronquitis asmática, y que requirió el uso de terapia
antibiótica con cortisona, hace que el tratamiento terapéutico sea más
complejo”, precisó el comunicado.
“Los análisis de laboratorio, la radiografía torácica y la
condición clínica del Santo Padre continúan presentado un cuadro complejo”,
concluyó el Vaticano.
Francisco fue hospitalizado el viernes pasado para tratar
una bronquitis persistente, y sus compromisos fueron anulados hasta este fin de
semana.
El lunes, los médicos determinaron que sufría una infección
respiratoria polimicrobiana, lo que significa que una mezcla de virus, bacterias
y posiblemente otros organismos se habían alojado en su tracto respiratorio.
“Esta mañana, recibió la eucaristía y, durante el día, ha
alternado el descanso con la oración y la lectora de textos”, indicó el
comunicado.
El sumo pontífice “agradece la cercanía que le expresan en
este periodo y les pide, con el corazón agradecido, que sigan rezando por él”.
Entre los peregrinos y turistas congregados en la Plaza de
San Pedro el martes por la mañana, muchos dijeron que rezaban por la
recuperación del Papa.
“Espero que mejore pronto”, dijo a la agencia de noticias
AFP Birgit Jungreuthmayer, una turista austriaca de 48 años.
Pese a los reiterados problemas de salud de los últimos
años, entre ellos de cadera, dolores en la rodilla que le obligan a ir en silla
de ruedas, operaciones o infecciones respiratorias, el argentino Jorge
Bergoglio ha mantenido una cargada agenda y declaró que no tenía intención de
bajar el ritmo.
En septiembre de 2024, completó una gira por cuatro países
de Asia-Pacífico, la más larga de su papado por duración y distancia.
Una fuente del entorno del Papa había dicho el lunes a la
AFP que Francisco había sido ingresado tras dos semanas “muy ajetreadas”,
durante las cuales “estuvo debilitado”, pero insistió en que no había alarma.
Francisco siguió la misa del pasado domingo por televisión
desde el hospital y envió un discurso escrito para el Ángelus.
“Me hubiera gustado estar entre vosotros pero, como sabéis,
estoy aquí en el hospital Gemelli porque todavía necesito algún tratamiento
para mi bronquitis”, escribió Francisco.
A pesar de su hospitalización, Francisco volvió anoche a
hablar con la parroquia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica de
Gaza, explicó a los medios italianos su párroco, el sacerdote argentino Gabriel
Romanelli.
Su hospitalización, la cuarta en menos de cuatro años, ha
relanzado el debate sobre su salud, especialmente porque su ingreso llega al
inicio del año jubilar de la Iglesia católica, lo que implica una larga lista
de eventos, muchos de ellos presididos por el Papa.



Redes