El miércoles se sorteó un pozo millonario del Quini 6 con la
suma más grande de la historia de este tipo de sorteos: El nuevo millonario fue
el único ganador de la modalidad Revancha, acertando los siguientes números: 22
16 18 13 12 24 y así se llevó $2.717.616.597,12.
Ni bien terminó el sorteo, en donde se anunció la agencia de
Dolores como la vendedora del ticket sonó el teléfono de la vendedora y desde
Loterías de Santa Fe le avisaban que no podía brindar ningún tipo de detalle
del favorecido si es que lo conocía.
Ante el canal local Jésica, la empleada de la Agencia El
Trebol explicaba que tienen máquinas automáticas por lo que una persona puede
ir, juega y se lleva el ticket sin que los demás empleados vean qué números
eligió. Casi la mitad de la boletas se juegan así.
Con ese argumento se excusó de dar más detalles. En la
década de los 90, cuando inició este tipo de juegos, siempre se daban detalles
de los ganadores y hasta eran buscados por los canales de televisión o radios.
Claro, eso traía aparejado otros problemas: en la puerta de la casa del
favorecido se armaba una cola de vecinos, conocidos y amigos que le relataban
penurias y pedían ayuda o trabajo.
Luego del 2001 aparecieron los secuestros y la inseguridad
de bandas más organizadas y se optó por hacer todo de manera reservada.
Cláusulas nuevas prohíben dar la identidad del ganador.
¿Es acaso posible que en una ciudad como Dolores nadie conozca al ganador?
Los rumores circulan por la cárcel y le colocan profesión al
favorecido. Según el portal Entrelíneas puede ser: un municipal, que un
guardiacárcel, que un viajante de paso, que un próspero comerciante, que una
mujer que jugó a escondidas del marido. A la vez que se especula, se repasa la
estructura social de la ciudad en plenas vacaciones, con la feria judicial
despoblando la zona en la que está la agencia que vendió la bendita boleta.
“Ojalá sea alguien que lo necesite, ojalá que no se lo coman
los buitres de siempre, repite una mujer bajita, clienta habitual de la
agencia. Y relata otro caso de alguien que hace un tiempo ganó una suma fuerte
–nunca esto, aclara- y pronto quedó tan pobre como siempre”.
Pero mientras tanto, la boleta ganadora no aparece. Tiene 10
días para aparecer: cómo te aguantás tanto tiempo, se pregunta la clienta.
Puede validar la boleta directamente en la casa central de la Lotería de Santa
Fe, que es la que lleva adelante el juego. O puede hacerlo en la agencia, con
lo que se evitaría el viaje, dice Jesica. Con toda esa plata, puedo hacer el
viaje a Santa Fe, acota la clienta.
Por estos días la persona que desaparezca por varios días
será la “marcada” por conocidos como el ganador.
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