Ivana Garcilazo era fanática de Rosario Central. Cada vez que el “Canalla” jugaba de local, se las ingeniaba para ir a ver al equipo junto a su novio. El 30 de septiembre de 2023, un grupo de simpatizantes de Newell’s le arrebató la vida de una forma cruel. A un año del ataque, su familia volvió a pedir justicia y reclamó que el caso no quede impune.
“Nos acostumbramos a que las causas queden sin resolverse”, aseguró su hermana Silvina en diálogo con TN. La mujer se puso al hombro una campaña de concientización para evitar más hechos de violencia en el fútbol. También logró que el gobierno de Santa Fe firmara el ofrecimiento de recompensa millonaria para atrapar al tercer y último sospechoso por el crimen.
Es Damián Reifenstuel, un profesor de Química de Rosario. Junto a Ariel Cabrera y Juan Carlos Massón, los hombres atacaron a piedrazos a Ivana y a su novio cuando volvían de la cancha de Arroyito en caravana mientras festejaban el triunfo de Central. Uno de esos cascotes le pegó en la cabeza a la mujer de 32 años y la mató casi al instante.
Tanto Cabrera como Massón están detenidos con prisión preventiva y mantienen el pacto de silencio al no querer decir quién fue el que tiró la piedra que resultó fatal. El fiscal Gastón Ávila presentó distintas pruebas y los imputó como coautores del delito de homicidio agravado por ser cometido en ocasión de espectáculo deportivo, solicitud que fue avalada por la jueza María Trinidad Carrara.
Reifenstuel se escapó tras el asesinato y un dato lo ubicó en Bolivia. Fue un remisero el que denunció que lo llevó de Salvador Mazza, en Salta, hasta Villazón, en el país vecino, de manera totalmente ilegal. Esto fue corroborado por las cámaras de seguridad que lo captaron mientras cruzaba la frontera. “Cuando vio la foto de él en la tele y las redes, lo reconoció y radicó la denuncia. Es lo último que sabemos del asesino”, afirmó Silvina.
Después de obtener ese testimonio del chofer, la mujer viajó hasta Bolivia para ir a buscarlo: “Me dijeron que en la provincia no tenían recursos para ir a hacer operativos allá. Tuve que poner de mi dinero para moverme. Es triste la falta de recursos que hay en la Justicia”.
La hermana de la víctima también desmintió la información que circuló en los últimos días sobre que Reifenstuel estaría en Europa. “Varias agrupaciones canallas de allá nos están ayudando con la difusión. Empapelaron varias ciudades, pero no es cierto que esté ahí. O al menos no tenemos ese dato”, contó.
Mientras la Policía local lo busca, Interpol emitió una alerta roja para dar con su paradero fuera del país. Desde el gobierno de Santa Fe además ofrecieron hace algunos días una recompensa de 10 millones de pesos para quienes aportes datos reales para atrapar al sospechoso.
“Nos ha costado horrores que el caso de mi hermana se mantenga vigente en los medios nacionales y necesitamos más difusión, porque en la Argentina nos acostumbramos a que los casos queden impunes. Uno de los que asesinó a Ivana sigue libre y nadie lo está buscando”, sostuvo Silvina.
Incluso, contó que para que desde el Ministerio de Seguridad pusiera el dinero como recompensa tuvo que acampar junto con su familia por tres días en la puerta de la Casa de Gobierno. “Cuando asumió la gestión todo cambió. Antes teníamos el acompañamiento del ministro Claudio Brilloni, que nos ayudó mucho a encontrar a los dos sospechosos. Pero ahora estamos en la lucha”, reveló.
“Era una persona increíble”: el dolor de la hermana de Ivana, a un año del crimen
En medio del dolor por la pérdida de su hermana, Silvina, junto a su familia y amigos, organizaron una misa para recordarla, que se realizará en la parroquia Sagrado Corazón a partir de las 19. Hicieron un pedido de colaboración con alimentos no perecederos y ropa en buen estado que serán donados a los más necesitados.
“Es increíble que ya haya pasado un año. Pareciera que fue ayer y nos duele de la misma manera. Necesitamos justicia, que se busque al prófugo que falta y que pague, junto con los otros sospechosos. Necesitamos cerrar un capítulo y hacer el duelo en paz”, aseguró.
Silvina describió a Ivana como una persona “increíble”, a quien todo el mundo en su círculo cercano quería, y lamentó el hecho de que le hayan arrebatado la vida en un hecho de violencia brutal en medio de lo que debía ser una fiesta. Por eso, todos los meses difunde videos de concientización para que no vuelva a pasar.
También contó que desde Rosario Central los acompañaron desde el minuto cero, todo lo contrario a la gestión rival. “Los acusados están muy involucrados con la barra de Newell’s, pero desde ese club jamás se pusieron a disposición. Como familia tratamos de generar conciencia, haciendo videos con los jugadores de Central pidiendo por la paz en el fútbol”, contó.
Un crimen que se podría haber evitado
Silvina hizo responsable a las autoridades policiales por no hacer los operativos de seguridad necesarios para garantizar que no haya incidentes en un clásico tan intenso como es el rosarino, en el que suceden situaciones parecidas año a año.
“Ella era fanática de toda la vida. Iba a la cancha siempre, seguía a Central a todos lados. Cuando la mataron, estaba haciendo el recorrido camino de vuelta a su casa, como todos los partidos, pero esta vez no pudo llegar por la falta de control de la Policía”, expresó.
Y recordó, con la voz entrecortada: “Ella estaba con su novio y volvían de Arroyito hacia la zona sur. Venía por calle Ovidio Lagos, cerca del estadio de Newell’s, pero se suponía que no iba a haber gente de ellos, o al menos que haya un control y un patrullero. Sin embargo, en medio de la caravana, pararon en un semáforo de Montevideo y cuando volvieron a arrancar la llenaron de cascotazos”.
Los testigos que estaban esa tarde en las inmediaciones del estadio fueron claves para identificar a los responsables del crimen, al igual que las cámaras de seguridad de la zona. Sin embargo, todavía no se sabe quién arrojó la piedra que le arrebató la vida a Ivana. Aun así, la Justicia imputó a los tres sospechosos como coautores, para que reciban la misma pena en caso de ser condenados. “Vamos a ir por la perpetua”, aseguró Silvina.
También cuestionó los procedimientos en los clásicos: “Lamentablemente, desde aquel día no cambió nada. Hace poco se volvió a repetir la historia, pero por suerte no fue fatal, como el caso de Ivana. A la salida del partido, había mucha gente esperando a los hinchas afuera para apedrearlos. Vuelven a fracasar los operativos y no se están haciendo como corresponde”.
“Ivana era una hermana increíble, la hija preferida de mi papá y la tía preferida de mis sobrinos. Tenía un montón de amigas. Era una mujer hermosa. Hace poco había encontrado un trabajo estable y estaba muy contenta. Tenía muchos proyectos de vida que le fueron arrebatados. Haberla perdido de esta forma nos tiene que dejar un mensaje como sociedad: que su muerte no sea en vano y que sirva para cambiar algo”, cerró.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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