El dueño de un reconocido café de calle Avellaneda estuvo algunas horas demorado hasta recuperar la libertad. Es que el comerciante actuó para intentar calmar a una mujer que ingresó a su local y atacó a los clientes.
En los primeros minutos del domingo, comenzaron los gritos en el lugar cuando una mujer empezó a manifestar que estaba poseída, lanzó escupitajos a quienes estaban en las mesas y se ensañó con un menor de edad.
Mientras se sucedían los llamados al 911, los trabajadores del sitio buscaban sacarla a la fuerza.
En el momento en que llega una patrulla, ven al dueño del lugar retirándola por la fuerza en medio de empujones por lo que le preguntan a mujer de 28 años y con domicilio en Ostende si quería realizar la denuncia contra el hombre.
El firmar que sí lo haría se abrió una causa por lesiones; aunque con el correr de las horas la denunciante desistió de seguir con cualquier acción penal.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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