Valentino Pérez, de 22 años, operario de una empresa de fibra óptica, debía ocuparse del desmonte del cableado de cobre de la calle Lavalle al 500, en la ciudad de Tandil.
Mientras estaba subido a más de 8 metros de altura, el poste de luz sobre el que trabajaba cedió al igual que su escalera y el joven cayó al piso.
Afortunadamente, sólo se fisuró una vértebra, se dio un fuerte golpe en la espalda y se cortó uno de sus dedos.
Valentino contó: «Nosotros estamos capacitados para tantear todos los postes. La verdad que fue una imprudencia mía no tantear el poste ese y me subí sabiendo lo que podía pasar, porque estaba podrido».
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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