Sorprende a los automovilistas que circulan por la ruta 2 una particular situación: cartelería de máximas de velocidad con los números cubiertos en su totalidad. Así en gran parte de la extensión de su recorrido que une a Capital Federal con Mar del Plata.
Celosos de la situación, algunos de ellos tomaron registro
fotográfico y desde redes sociales no solo denunciaron esta particularidad en
la señalización vertical de esta muy transitada vía de comunicación sino que
hasta sembraron sospechas sobre motivos y consecuencias.
Se preguntaron varios si, más allá del origen de estas
tachaduras realizadas a pura cinta, no podría existir un riesgo de caer en
radares instalados en ese corredor sin haber percibido con la suficiente
antelación en distancia física la advertencia de la inminente presencia de los
sensores.
Desde Aubasa, la empresa responsable del corredor vial de
zona atlántica, entre ellos la totalidad de la extensión de la Autovía 2,
confirmaron que los carteles que de manera deliberada mantienen tapadas y
ocultas las velocidades máximas no han sido blanco de vandalismo sino
intervenidos por concesionarios de obras viales que se ejecutan en la ruta 2.
En el tramo norte, entendido como tal el que se extiende
desde Dolores hasta Capital Federal, lo que está en ejecución es un plan de
pavimentación que alcanza a ambas manos. “El contratista tiene obligación de
cambiar las máximas en cercanías del lugar de operatoria por el movimiento de
su maquinaria pesada”, explicaron desde Aubasa.
Esto deriva de la necesidad de adoptar medidas preventivas y
circulación con mayores cuidados en el perímetro más próximo al que atienden
operarios y equipos. En este caso para una renovación profunda de la carpeta
asfáltica.
Bacheo profundo
Las mismas fuentes indicaron que similar situación se da en
la mitad sur, que se extiende desde Dolores hasta Mar del Plata. En este caso,
lo que está en marcha allí es un bacheo profundo. “A esa obra, en un plazo no
muy extensa, le seguirá la repavimentación”, detallaron. Incluso recordaron que
ya se licitó y hay contratista designado.
“Cuando tapan tiene que haber otro cartel cercano que diga
inicio de obra y el cartel de la velocidad menor indicada”, puntualizaron desde
Aubasa.
Durante estas últimas semanas uno de los tramos de obra más
importante se concentra entre los kilómetros 90 a 92, en cercanías de
Samborombón, donde se encuentra uno de los peajes.
Es parte del sector más transitado ya que no solo pasan por
allí quienes llegan por esa misma autopista desde el sur sino que pocos
kilómetros antes está el empalme que deriva a la Autovía 2 a aquellos que desde
la ruta 11 primero y luego por la 63 vuelven o van hacia los balnearios del
norte de la costa atlántica.
Se advierte que estas obras tendrán continuidad durante los
próximos meses y recién tendrán una pausa con el inicio de la temporada
estival, que implica el pico de tránsito de automotores por esos más de 400
kilómetros.
La repavimentación de la mitad sur de ruta 2 recién se
pondría en marcha en el transcurso del año próximo, al cabo de la temporada de
verano.
La ley provincial 13.927, que adhiere a las nacionales
24.449 y 26.363, ratifican que la velocidad máxima permitida para tramos de
autopista es de 130 k/h y de 120 k/h para el formato definido como de
semiautopista. El primer caso es el del recorrido entre Capital Federal y La Plata
y el siguiente es aplicable a todo el resto del recorrido de la ruta 2.
A lo largo de esos 404 kilómetros, sobre ambas manos, se
reparten radares fijos y móviles que determinan límites, según el sector, de
hasta 100, 80 o 60 k/h, estos últimos en cercanías de ingreso a áreas urbanas.
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