La semana pasada presentó un “exitoso operativo” contra el
narcomenudeo en Villa Gesell con la detención de ocho sospechosos. En las
últimas horas, el que terminó tras las rejas fue él. El comisario mayor de la
policía bonaerense Daniel Aste está acusado de integrar una asociación ilícita que,
entre otras operaciones, le vendía cocaína a bandas criminales.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes
judiciales. Aste fue detenido por orden de la jueza federal de San Martín
Alicia Vence. Hasta su detención era el jefe de Delegación Departamental de
Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilicitas de la policía bonaerense en
Dolores. Fue apresado por personal de Gendarmería Nacional en Mar del Tuyú.
No fue el único uniformado detenido por los gendarmes.
También fue apresado un agente de la Policía Federal Argentina (PFA) que
prestaba servicio en la Dirección General de Operaciones Antidrogas Hidrovía
del Paraná.
“Los policías bajo investigación no fueron detenidos por
hechos aislados. Se podría decir que estaban de los dos lados del mostrador.
Por las pruebas reunidas hasta el momento, se puede decir que hacían
procedimientos que no judicializaban y los estupefacientes secuestrados,
después, los vendían a organizaciones dedicadas al narcomenudeo”, sostuvo a LA
NACION un detective judicial.
Los dos sospechosos fueron indagados por la jueza federal
Vence por los delitos de asociación ilícita, extorsión y encubrimiento
agravado.
Según las fuentes consultadas, los sospechosos le vendían
estupefacientes a bandas narcos del conurbano bonaerense y de la ciudad de
Buenos Aires que se dedican al narcomenudeo.
Aste tenía bajo su órbita, además de Dolores, Pinamar y el
Partido de la Costa, entre otras ciudades. Antes había cumplido funciones en
Lomas de Zamora y Mar del Plata. Su experiencia en la lucha del narcotráfico
era amplia.
Además de los dos uniformados detenidos, la jueza Vence le
amplió la imputación a otros integrantes de la banda que ya estaban detenidos
en el penal de Marcos Paz, explicaron fuentes judiciales.
“Como resultado de los allanamientos, los gendarmes
secuestraron tres automóviles, dos armas de fuego cinco cargadores de
proyectiles, 36 municiones, una máquina de contar billetes, dos balanzas
digitales, una caja fuerte, un pendrive y documentación de interés para la
causa”, según informó la Gendarmería en un comunicado de prensa.
La investigación que llevó a las rejas al comisario mayor
Aste y al agente de la PFA es la continuación de una causa judicial, también a
cargo de la jueza federal Vence, que había tenido su punto de inflexión en
agosto del año pasado con una serie de allanamientos.
“A lo largo de un año, personal de Investigaciones de la
Gendarmería Nacional hizo tareas de seguimiento, vigilancias e investigación
sobre una organización criminal, que estaba estructurada para secuestrar,
alquilar y comercializar armas de fuego y droga en la zona norte y oeste del
conurbano bonaerense. Luego de las tareas investigativas se logró constatar el
modus operandi con ayuda de efectivos policiales llevaban a cabo falsos
allanamientos a bandas criminales de la zona para quedarse con los
estupefacientes y las armas incautadas que luego eran puestas nuevamente en el
mercado criminal”, se había explicado el año pasado tras una serie de procedimientos
En ese momento, se hicieron ocho allanamientos en de José C.
Paz, Pilar, Moren y Lomas de Zamora y se detuvo a tres sospechosos.
“En los operativos de agosto del año pasado se secuestraron
casi cuatro kilos de cocaína, cuatro de marihuana, 11 autos, diez motos, cinco
pistolas de diferentes calibres, un revólver calibre 22, dos carabinas, una
escopeta, cargadores, 603 municiones de distintos calibres, 204 cartuchos de
escopeta, 4.478.615 pesos, 26.960 dólares, un chaleco antibalas, balanzas de
precisión, teléfono celulares, tablets, elementos de corte, documentación y
otros elementos de interés para la causa”, se había informado en oficialmente
en su momento.
Hace 12 meses se sabía que un oficial jefe de la policía
bonaerense podía tener vínculos con esa organización criminal.
“Se avanzó en la investigación y se pudieron reunir pruebas
para detener al comisario mayor Aste y al agente de la PFA. No solo hacían
operativos truchos, también extorsionaban a las bandas de narcomenudeo para que
les pagaran un canon mensual para dejarlos operar sin inconvenientes”, sostuvo
a LA NACION un detective judicial.
Según las pruebas del expediente, explicaron las fuentes
consultadas, se comprobó que a una banda narco le vendieron cuatro kilos de
cocaína.
“La droga secuestrada en los operativos que no
judicializaban, volvían al mercado al menudeo”, agregaron los informantes
consultados.
En los próximos días, la jueza Vence definirá la situación
procesal del comisario Vence y de los otros tres imputados.
Fuente La Nación
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