Hubo fiestas clandestinas y bailes que no
terminaron de la mejor manera en Madariaga ya que se reiteraron las peleas
callejeras por la ciudad.
La policía, que en algunos casos debió usar
postas disuasivas, sólo formuló contravenciones y no hubo detenidos.
El incendio de una moto –marca Motomel- en
cercanías de Colón y Catamarca fue el hecho más llamativo ya que se dio a
escasos metros del centro Tradicionalista en momentos en los que terminaba un
baile.
A la salida hubo botellazos, trompadas y
piedras. La moto tomó fuego por causas que se desconocen y ante la llegada de
la policía todos huyeron inclusive la persona que había llegado al lugar en esa
motocicleta.
Con el paso de las horas determinaron que
no tenía patente ni pedido de secuestro. La causa debió caratularse como
hallazgo y esperaban a que alguien la reclamara.
La semana pasada, en el municipio, hubo una
reunión con organizadores de bailes porque desde hace semanas se advierte un
recrudecimiento de la violencia en las calles durante la madrugada.
Se argumentó que la “salida de menores es
una problemática que viene desde hace años” y que se busca protegerlos. A los
clubes y organizadores se les pidió responsabilidad en la venta de alcohol
aunque la medida de una prohibición de venta a quienes tengan menos de 18 años
sólo podría ejercerse si, antes, existiera un control estatal.
No obstante, el problema también radica en
los encuentros que se realizan en patios o cocheras de casas para los que no
existe ningún timpo de combate desde la comuna.




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