Hace cuatro días se conoció la historia
de José Luis Silva, un hombre que sufrió una trombosis por la que debieron
amputarle las piernas. Su hija denunció que desde la clínica le reclamaron que
fuera a retirarlas porque no contaban con el servicio de deposición de residuos
patogénicos.
El hecho ocurrió en San Nicolás y mientras
su comunidad todavía estaba conmocionada por lo ocurrido, este viernes al
mediodía tuvo lugar un acontecimiento aberrante: un perro encontró restos de
piernas humanas incineradas en un basural del Barrio Plastiveral, situado sobre
la calle 7 de septiembre entre Brown y Mortero, y los llevó hasta el jardín de
un domicilio cercano.
El dueño de la casa, al observar el macabro
hallazgo, hizo inmediatamente la denuncia y el caso quedó en manos del titular
de la UFI N°6, fiscal Martín Mariezcurrena; quien no descarta que las
extremidades pertenezcan a Silva y mandó a realizar el ADN correspondiente a La
Plata.
“La vinculación con la nota que salió en
Infobae esta semana es innegable así que estamos realizando las primeras
medidas de instrucción que nos van a llevar a determinar qué fue lo que pasó”,
dijo el fiscal a Prensa Libre SN al observar que se trata de “una disposición
irregular de residuos patológicos”.
De acuerdo al relato de los testigos, en
ese lugar había infinidad de residuos patológicos y parte de una pierna humana
(la otra ya había sido desplazada por el perro) en estado de descomposición,
ampollas de medicamentos, jeringas, gasas y otros elementos para curaciones de
pacientes.
Pero lo más sorprendente de todo es que ese
mismo día, alrededor de las 17 horas, un empleado de la Clínica San Nicolás se
presentó ante la Comisaría Primera para denunciar el robo de las dos piernas
que le habían imputado a Silva que estaban guardadas en un depósito para luego
ser desechadas.
El doctor Roberto
Fernández Viña, director de la Clínica San Nicolás, confirmó que los
delincuentes no solo se llevaron la caja donde estaban las piernas de Silva
sino también dos televisores, un caja con frascos para mandar a hacer las
biopsias y una silla de ruedas, que aparentemente usaron para cargar y llevarse
las cosas.
“Cuando apareció la denuncia de que habían
encontrado unas piernas en un basural, mandé a uno de los empleados a revistar
a la morgue y comprobamos que faltaba la caja donde habíamos guardado las
piernas de Silva. Los tipos se pensaron que habría algo de valor allí porque
estaba sellada y precintada”, señaló. Y agregó: “Se ve que los delincuentes se
asustaron al ver las piernas, las tiraron en un descampado y las quemaron para
borrar rastros”.
Además, Fernández Viña confirmó que eran
las únicas extremidades que estaban en el depósito ya que no habían realizado
ninguna otra amputación. “Ya sabemos de quiénes son. Brindé testimonio en
fiscalía para aclarar todo”. Ahora, el fiscal Mariezcurrena deberá esperar a
los resultados del ADN para corroborar los dichos del médico e investigar si el
centro de salud cometió alguna irregularidad.
Al ser consultado acerca de por qué aún
conservaban las piernas en la clínica, un mes después de la cirugía, el médico
aclaró: “Mi abogado me dijo que esperara 15 días más antes de desecharlas por
si la familia se presentaba a retirarlas y pretendía cremarlas por su cuenta”.
Sin embargo, Alicia Silva, una de las hijas
del paciente fallecido desmintió esos dichos. “Tengo una conversación grabada
del martes a la noche con Jorge, que es un empleado de la clínica, en la que me
confirma que el doctor Fernández Viña ya había mandado a cremar las piernas de
mi papá. Y eso ya se lo mandé al fiscal”. Y concluyó: “No se lo cree nadie que
entraron a robar a la clínica”.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
Redes